Durante la sesión ordinaria del Senado de la República del martes 10 de diciembre de 2024, las y los legisladores aprobaron unánimemente el ingreso de 11 elementos del ejército de los Estados Unidos al territorio nacional. El paso de las fuerzas especiales estadounidenses tiene como objetivo realizar un programa de adiestramiento militar conjunto. De esta manera, la Comisión de Defensa Nacional busca fortalecer las capacidades de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
Objetivo del ingreso de tropas estadounidenses
El programa tiene como finalidad desarrollar compatibilidad operativa entre las fuerzas armadas de México y Estados Unidos. Además, busca mejorar las capacidades tácticas y operativas de las Fuerzas Especiales mexicanas.
Entre el 27 de enero y el 28 de marzo de 2025, once instructores del 7º Grupo de Fuerzas Especiales del Comando Norte de los Estados Unidos impartirán este entrenamiento en dos centros especializados: el Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales en Temamatla, Estado de México, y el Centro Nacional de Adiestramiento en Santa Gertrudis, Chihuahua.
Acuerdo bilateral como base
Este ejercicio se enmarca en el «Plan Anual de Actividades 2025» acordado en la Mesa Redonda de Cooperación Militar Bilateral. Este mecanismo fomenta la colaboración en seguridad entre ambos países y establece actividades conjuntas orientadas al fortalecimiento estratégico.
La presencia militar también responde a compromisos enmarcados en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, que promueve la cooperación internacional y la seguridad transnacional.
Detalles operativos
El contingente estadounidense llegará al país en una aeronave C-130 Hércules, portando su equipo especializado y armamento orgánico. La aeronave aterrizará en la Base Aérea Militar No. 1 en Santa Lucía, Estado de México.
El entrenamiento incluirá simulacros, planificación táctica y ejercicios que permitirán a ambos países fortalecer la confianza mutua y las capacidades operativas.
Razones del Senado
El Senado argumentó que esta colaboración:
- Fomentará la preparación óptima de las Fuerzas Armadas mexicanas.
- Mejorará la capacidad de respuesta ante desafíos de seguridad regional.
- Fortalecerá las relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
Estas acciones también proyectan a México como un socio estratégico en materia de seguridad y defensa en la región.
Críticas y preocupaciones
Aunque la mayoría del Senado aprobó el proyecto, algunos legisladores cuestionaron la entrada de tropas extranjeras al territorio nacional. Se plantearon preocupaciones sobre la soberanía nacional y los posibles impactos de la militarización.
Sin embargo, los defensores del acuerdo destacaron que el beneficio de fortalecer las capacidades nacionales supera los riesgos percibidos.
Compromiso de transparencia
La SEDENA deberá presentar un informe detallado al Senado dentro de los 30 días posteriores al término de la actividad. Este documento incluirá resultados obtenidos y aprendizajes relevantes, garantizando la transparencia y rendición de cuentas.
Esta iniciativa refuerza la tendencia de colaboración militar entre México y Estados Unidos. Expertos destacan que este tipo de programas amplía las capacidades tácticas nacionales y fomenta la cooperación en desafíos compartidos como el crimen organizado transnacional.
La participación de tropas extranjeras en territorio nacional continuará siendo un tema delicado. Sin embargo, el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas mexicanas es un objetivo estratégico de largo plazo que requiere apoyo internacional.
La aprobación del Senado para permitir la entrada de fuerzas especiales de Estados Unidos destaca la importancia de las alianzas internacionales en materia de seguridad. Este programa no solo busca desarrollar habilidades técnicas, sino también afianzar relaciones bilaterales clave en un contexto global cada vez más interconectado.
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