Acostumbrados a la mercadotecnia, este lunes inician los que serán sin dudas los debates más seguidos de la historia política moderna norteamericana.
La parafernalia al respecto siempre es impresionante, y va desde los análisis políticos más concienzudos hasta la generación de apuestas en línea sobre temas de lo más banales al respecto.
Este año, sin embargo, será muy especial porque tradicionalmente el ganador del debate se decidía en la televisión y era quien mejor manejara este medio quien tomaba ventaja independientemente de sus argumentos políticos.
Hablando de republicanos antes de Trump, el candidato que puso la balanza a su favor aprovechándose del excelente dominio que tenia de este medio fue Ronald Reagan, quien pese a su edad supo lucir y dominar a rivales que parecían tener ventajas sobre de el antes de los debates.
Nuevas reglas
Pero ahora las reglas cambian. Aunque mucha gente está preocupada de la salud de Clinton o de la elocuencia melodramática de Trump ante las cámaras, este año serán las redes sociales el ring en el que se librara este combate antes, durante y después del evento que Facebook (completamente proclive a Clinton) transmitirá en vivo.
Un detalle adicional a considerar es que aunque según las últimas encuestas llegan con un empate técnico, hay que recordar que el complejo sistema electoral americano no es democracia directa -de ser así, George Bush jr. jamás se hubiese elegido ante el demócrata Al Gore (vicepresidente de Bill)- y en votos electorales sigue teniendo ventaja Hillary.
La moneda está en el aire y nunca mejor dicho: el resultado de estos debates influirá de manera decisiva en la cotización de nuestra divisa de inmediato y en la posibilidad de un alza de tasas de banco de México para esta misma semana.
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