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¿Por qué es tan complicado el tema del gasolinazo?

Este lunes amanecimos con un (anunciado) gasolinazo más; uno de esos que golpea fuertemente la credibilidad del gobierno en turno, quien prometió precipitadamente mantener sin incrementos los combustibles y que pone en jaque a Banco de México con sus intentos de mantener a flote la meta de inflación para este difícil año.

El combustible caro nos golpea a todos, no solo a los propietarios de vehículos automotores (que llenaron su tanque el domingo en la noche con la esperanza de ganarle 50 o 60 pesos al mercado) porque todos los productos resienten el efecto al tener que ser transportados en una compleja logística en nuestro país.

Si en Estados Unidos en este momento el litro de gasolina es casi un 43% más barato que en México, ¿qué está mal en nuestro país?

Apenas en abril se liberó el mercado de las importaciones de combustibles y se prevé liberar el precio de la gasolina en un lapso menor a 2 años. Si esto es así, y en Estados Unidos en este momento el litro de gasolina es ¡casi un 43% más barato que en México!, ¿qué está mal en nuestro país para que tengamos esta mañana una gasolina tan cara?

La respuesta, como casi siempre, es más compleja de lo que parece. El precio del combustible en México ha estado reaccionando tan negativamente y se ha separado al alza respecto a la gasolina que consumen nuestros vecinos del norte desde hace más de 2 años por varios factores.

Para convertir el petróleo en gasolina es necesario refinarlo; la capacidad para refinar gasolina en el país es baja y por la obsolescencia de la tecnología utilizada en el proceso la calidad del producto es mala, esto implica que tengamos que importar gasolina y esta obviamente se afecta por el tipo de cambio.

El gobierno no puede prometer tenerla barata si no puede controlar el tipo de cambio. En el último mes, este ha sido al alza y por eso la gasolina que traemos es cara.

Derivado del aumento, podemos esperar también un incremento de precio en productos que demandan el servicio de transporte como los alimentos perecederos.

¿Qué viene en el futuro?

Ya liberaron la importación de combustibles, pero están emparejando por medio del Impuesto Especial de Productos y Servicios (IEPS) los niveles máximos a los que se puede cobrar la gasolina, por lo que los bolsillos de la gente no se han visto beneficiados, los únicos favorecidos son los grandes transportistas que sí pueden deducir el IEPS del sobreprecio de la gasolina.

El verdadero beneficio se dará cuando liberalicen el precio de la gasolina. Primero va a tener unos ajustes al alza, pero después la ley de la oferta y la demanda y la competencia van a proveer de mejores posibilidades para los particulares. Este ajuste se realizaría en 2018.

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