El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y la Motion Picture Association en México (MPA) realizaron un estudio en el que analizaron las consecuencias y el impacto de la falta de protección de los derechos de autor en el crecimiento de las industrias creativas y sus redes de distribución.
«Industrias creativas y obra protegida: Informalidad, redes ilegales, crecimiento de la industria y competitividad en México» es el nombre del estudio. Lo que encontraron fue una desprotección a la industria creativa por parte de autoridades municipales, estatales y federales, situación que contribuye a la ilegalidad. Sin los derechos de propiedad en la innovación, menciona, no existen los incentivos para crear obras nuevas; aunque una obra propia reconocida es buena idea sólo si el creador puede aprovechar los flujos económicos generados con el tiempo.
El estudio define a las industrias creativas como aquellas que producen o son sujetas de producir obra protegida por los derechos de autor, ya sea incluida en otros bienes o en su distribución. Están integradas por creadores, productores y distribuidores.
Se han hecho varios cálculos sobre la aportación de las industrias creativas al Producto Interno Bruto (PIB) del país. El estudio cita una cifra de la Unesco en la que aproxima un 5 por ciento al PIB de la mayoría de los países del hemisferio occidental.
Para México, en los últimos diez años, se ha estimado que las industrias creativas y sus redes de distribución asociadas aportan 7 por ciento al PIB nacional. La tasa de crecimiento en el mismo periodo fue de 0.18 por ciento, muy por debajo de la tasa de crecimiento promedio del país.
Sin el resguardo de los derechos de propiedad, determina el estudio, las industrias creativas no pueden ser competitivas, aun cuando sean una fuente importante de crecimiento para el país. Cuando se roba obra protegida o existe piratería, los creadores, productores y distribuidores tienen dificultades para mantener la capacidad de creación de obra nueva.
Por ello, el IMCO y la MPA hacen las siguientes recomendaciones y propuestas de política pública que permitan contrarrestar la desprotección a los derechos de propiedad intelectual:
–Evitar el modelo de impuestos, subsidios y penas onerosas
El problema de los subsidios es que requieren impuestos para financiarlos, normalmente esos impuestos provendrán de la propia industria. Los impuestos gravan a la industria e incentivan la evasión fiscal y las actividades ilegales. Las sanciones excesivas no son fácilmente ejecutables. Por eso, penas menos severas, pero con mayor probabilidad de castigo, serían más efectivas.
–La protección de propiedad intelectual es la política más adecuada para la inversión, talento e innovación
Inversión: Si la obra protegida no es un activo, no hay mercado para ella.
Talento: Los creadores no deben ser obligados a renunciar a la ganancia económica por amor al arte.
Los nuevos canales de distribución crean oportunidades para el crecimiento de actividades ilegales en las redes antiguas. La presencia del estado es fundamental para evitarlo.
–Tecnología para hacer cumplir la ley
Utilizar la tecnología a favor de la legalidad para supervisar el cumplimiento de la ley. La reducción en el uso de efectivo ayudaría a una supervisión más eficiente de los flujos.
–Coordinación efectiva entre la federación, los estados y los municipios
La protección de obra es competencia federal. Los estados y municipios mexicanos tradicionalmente han omitido su corresponsabilidad en la vigilancia de estos delitos. Se requiere una reforma constitucional que obligue tanto a los estados como a los municipios a coordinarse con la federación. Además, se necesita una prohibición explícita para no producir una regulación contradictoria que abra espacios para la corrupción.