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¿Por qué es necesario el día internacional de la mujer?

Existen frases que son el ejemplo perfecto para ilustrar por qué existe un Día Internacional de la Mujer, pues retratan perfectamente la ignorancia, los estereotipos y el machismo que tanto daña a millones de mujeres:

“¿Desigualdad? Si las mujeres tienen hasta un día internacional, cosa que los hombres no tenemos, ¿quiénes tienen más prerrogativas?”

“¡Feliz día de la mujer! Porque la mujer es sensible, generosa, cariñosa, dedicada y siempre dispuesta a cuidar a los demás”

Esta realidad que viven a diario las mujeres es la que un ocho de marzo de 1908, en Nueva York, asesinó a miles de ellas. La fecha conmemora el homicidio de un centenar de obreras que exigían mejores derechos laborales. En realidad, la fecha oficial fue proclamada en 1910, en la Conferencia de Copenhague que conmemoraba el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”. Sin embargo, en 1975 fue institucionalizada por la ONU como el “Día Internacional de la Mujer“.

La conmemoración tiene un objetivo sencillo: establecer un espacio para la reflexión y el análisis sobre los derechos de las mujeres, así como visibilizar las realidades que (como en 1908) enfrentan las mujeres de todo el mundo al reivindicar sus derechos y libertades. Sin embargo, el patriarcado es tan eficaz que ha logrado desvirtuar el objetivo de esta fecha y convertirlo en un día para potenciar los estereotipos más dañinos, que dan origen a abusos, violaciones, discriminaciones y muertes de millones de mujeres.

Este ocho de marzo nos debe servir para reflexionar por qué en México tenemos un estado como Tlaxcala, donde la trata de mujeres está a la orden del día; un lugar como Ciudad Juárez, repleto de maquilas que explotan a las trabajadoras y las orillan a una situación de vulnerabilidad y muerte atroz; un Estado de México con alertas por las altas cifras de feminicidio; un Aguascalientes que mal regula la prostitución para dar gusto a hombres que miran a las mujeres como objetos; una Ciudad de México incapaz de frenar el acoso callejero que sufren las mujeres, y que como paliativo, tiene que separar a los hombres de estas porque ellos son incapaces de “contener sus deseos sexuales” y  respetar un cuerpo que no es suyo; un Oaxaca, Guerrero o Chiapas donde sus mujeres indígenas (la mayoría niñas) son casadas en contra de su voluntad. La lista puede seguir exponiendo realidades de nuestro México tan discriminador, desigual y violento.

No, señores, no existe un ‘Día Internacional del Hombre’ porque ustedes no han sido agredidos históricamente solo por el hecho de ser hombres. También les violan, les golpean (algunas veces son mujeres las que los agreden), les matan y les violan numerosos derechos; pero nunca, absolutamente nunca, por ser hombres.

Este ocho de marzo no felicite a la mujer que tiene al lado por ser amable, cuidadosa o cariñosa, porque no todas las mujeres lo son, y tampoco lo quieren ser. En vez de eso, reflexione qué hace para que sus hijas, esposa, madre, hermanas, primas, tías y amigas tengan un entorno en el que no corran riesgo de ser lastimadas solo por ser mujeres.

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