Icono del sitio Líder Empresarial

¿Por qué el dólar bajó de los 20 pesos y qué se espera para el próximo año?

Por Walter Buchanan, CFA director de inversiones en SaveNest

El tipo de cambio es una variable que a todos nos preocupa, lo mencionan constantemente en las noticias y muchas veces se atribuyen sus fluctuaciones al gobierno; incluso hay gente que aún teme que pueda ocurrir una depreciación como la del “error de diciembre” de 1994 cuando la moneda perdió en tan sólo tres semanas 40% de su valor y en cuatro meses llegó a perder más de 55% de su valor.

Este año el tipo de cambio se vio afectado en marzo por el choque global causado por la pandemia -eso ya lo sabemos todos-, sin embargo, después de haberse depreciado más de 32%, de abril a la fecha nuestra moneda se ha apreciado en una magnitud que ha sorprendido incluso a quienes esperaban que el tipo de cambio bajara después del choque pandémico. Sobre todo en estos días que ha cotizado debajo de 20.00 pesos, pero, ¿por qué se ha comportado de manera favorable?

El tipo de cambio es una de las variables económicas más complicadas para estimar o dar un pronóstico, ya que es afectado por muchos factores, tanto internos, como lo es el nivel de deuda del país, el crecimiento económico, la tasa de inflación, la política monetaria del Banco de México (Banxico), como por factores externos, que son la política monetaria del Sistema de Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés), la inflación en países desarrollados, la situación macroeconómica del país relativa a otros países emergentes, entre otros factores más.

Al ser una variable complicada, también lo es explicar su comportamiento, sin embargo, tener un estimado de cuál debería ser el tipo de cambio o cómo se debe comportar nos da valor al darnos pistas sobre si está subvaluado o sobrevaluado.

De acuerdo con Luis Adrián Muñiz, economista y subdirector de análisis en Vector Casa de Bolsa, una buena parte de la apreciación de julio-agosto se debe a un factor externo en particular, que es el cambio de criterios en la FED, donde ahora su meta de inflación será un promedio de 2%, en vez de 2% puntual, lo que “implica que cualquier ajuste al alza en Estados Unidos va a ser más tardado, ya que una reacción de política monetaria más lenta hace que haya flujos de activos seguros (como bonos del tesoro de EU) hacia activos de riesgos, incluido el peso mexicano (vía bonos y activos mexicanos)”.

Te puede interesar:

Otro factor, siguiendo a Luis Adrián, que contribuyó a que el peso se siguiera apreciando fue la victoria de Joe Biden en las elecciones de Estados Unidos, lo que resalta es que este es un factor idiosincrático pues por lo sucedido con las encuestas en 2016 el mercado no esperaba del todo que Biden fuera a resultar ganador, puesto que “el factor de riesgo idiosincrático de nuestro país, asociado a Trump, despareció de la noche a la mañana”.

El tipo de cambio de equilibrio para Luis Adrián, tomando en cuenta el choque pandémico, rondaría para los próximos 12 meses entre 20.80 y 21.00 pesos.

Para Luis Gonzali, director de Inversiones en Franklin Templeton, coincide en que lo que mayor peso ha tenido son factores externos, pues comenta que “lo que estamos viendo es un dólar débil, más que un peso fuerte. El diferencial de tasas, por la tasa de México, tendería a apreciar el peso, a menos de que Banxico baje tasas nuevamente. Si Banxico sigue bajando tendremos un dólar débil, pero también un peso débil”.

Gonzali comenta que aún habrá factores que mantengan al dólar débil -algo benéfico para el peso-, como lo es un exceso de estímulos en Estados Unidos con Biden, no obstante, debido a que en su opinión es probable que Banxico vuelva a bajar la tasa de interés en los próximos tres meses, “no debería haber una apreciación muy fuerte del peso, 18 pesos por dólar es improbable”.

Algo que ha preocupado tanto a la prensa como a analistas es una baja de calificación que tenga como consecuencia la pérdida de grado de inversión de la deuda de México denominada en moneda extranjera, sin embargo, este riesgo se ha diluido de forma significativa desde que Fitch -que asigna una calificación a la deuda de México de BBB-, a sólo un escalón de perder el grado de inversión, el 11 de noviembre ratificó la calificación de México con perspectiva estable, además señaló que México ha registrado uno de los déficits fiscales más bajos de 2020 en la categoría BBB, esto porque los ingresos fiscales han sorprendido al alza y el gobierno ha tratado de minimizar el endeudamiento.

Sobre esto último Gonzali comenta que aunque lo que está haciendo el gobierno es poco ortodoxo, puede ser positivo, una vez que la recuperación esté en camino ya que mantendríamos un balance fiscal sano y más sólido que otros emergentes.

Te puede interesar:

Salir de la versión móvil