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Platzi: A la conquista del e-learning

Incluso antes de la pandemia, el e-learning ya vaticinaba un crecimiento importante para 2020. Según el Foro Económico Mundial (WEF), este mercado registró inversiones por más de 18 mil 660 millones de dólares (mdd) en 2019, proyectando un valor de 350 mil mdd para 2025. La COVID-19 confirmó el por qué de estas estimaciones y Platzi ha sido una de las plataformas que mejor lo han atestiguado. 

Se trata de una compañía fundada en 2014 por el colombiano Freddy Vega y el guatemalteco Christian Van Der Henst, la cual dispone de una oferta de más de 600 cursos de diferentes disciplinas, desde negocios, finanzas y marketing hasta desarrollo de software, videojuegos y producción audiovisual. 

La firma ha levantado alrededor de 10 millones de dólares en financiamiento en los últimos dos años y ha conquistado a más de un millón 500 mil usuarios, posicionándose como la red más grande de América Latina de educación tecnológica. ¿La clave? “construir comunidad”. 

Para Diego Miramontes, director de la firma en México, el crecimiento de Platzi no ha sido producto de la pandemia sino de su apuesta por generar lazos de comunicación entre sus usuarios, lo que considera, es la verdadera esencia de la educación: 

“Lo más valioso de una escuela no sólo es el conocimiento, sino la comunidad que desarrolla. Las experiencias más enriquecedoras de nuestra vida de estudiante son las noches que estudiábamos en la biblioteca con nuestros amigos (…) Eso es lo que nosotros impulsamos”, comenta a Líder Empresarial. 

Platzi fomenta varias estrategias para generar interacción en su comunidad. Dentro de su plataforma es posible encontrar un sistema de conversaciones donde cada usuario puede interactuar con los aportes de otro, así como participar en una discusión regida por las políticas de ética de la plataforma, basadas en el respeto y el pensamiento crítico.  

También desarrolla sesiones en vivo y grupos de conversación mediante WhatsApp para dar continuidad a las charlas, generando así un ambiente de diálogo y debate pacífico en torno a diferentes ejes temáticos del curso: 

“Cualquiera puede agarrar una cámara y hablar frente a ella, por lo que nuestra apuesta va más allá de eso (…) Aseguramos que exista siempre una herramienta para que los estudiantes puedan comunicarse entre ellos”, explica Miramontes. 

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Una red de agentes de cambio

El directivo de Platzi es consciente de que el mercado de la educación en línea es cada vez más competido y que la pandemia ha traído consigo a nuevos jugadores y ha posicionado de manera sólida a algunos otros que ya tenían presencia en este sector. 

La firma india BYJU’S The Learning App, por ejemplo, vio un aumento del 200% en el número de nuevos estudiantes en su aplicación gratuita Think and Learn. Coursera, desarrollada por la Universidad de Stanford, registró un incremento de más de un millón de estudiantes en los primeros meses de la pandemia; mientras que Duolingo creció más del 67% a nivel global y del 50% en México. 

En esta disputada industria, Platzi considera que la mejor manera de competir es generando valor en sus usuarios. Miramontes pone como ejemplo que alrededor del 20% de sus estudiantes han emprendido y levantado más de 100 mdd de inversión, mientras que a nivel general, los ingresos de sus suscriptores tienden a aumentar desde 54% hasta 300%: 

“Creemos en la educación en línea y en el potencial del internet para democratizar la educación (…) Antes de la pandemia ya estábamos creciendo en el sector con nuestra propia fórmula; la pandemia sólo aceleró la adopción y disposición de las personas. Nuestro acierto ha sido traer contenidos actualizados de expertos de la industria de manera muy eficiente y con un método fácil de consumo”, puntualiza

Las tres claves del aprendizaje en línea, según Platzi

El director de Platzi México reconoce su afición por la educación online y manifiesta que nuestro país tiene un gran potencial para aprovecharla; sin embargo, distingue la relevancia de atender antes tres factores neurálgicos para lograrlo de manera óptima: 

  1. Infraestructura y acceso a internet: Es irreal hacer educación en línea cuando una gran cantidad de personas no tiene acceso. La educación necesita ser universal: para la persona que tiene la escuela a la vuelta de la casa, pero también para las que no”. 
  1. Cambiar cómo diseñamos experiencias educativas: “La educación debe de ser asíncrona, no podemos esperar que todo un grupo de personas aprendan al mismo ritmo. Es absurdo monopolizar la educación, cada vez veremos más estudiantes autodidactas. No hay que pelear con esto sino ver cómo podemos aprovecharlo”. 
  1. Innovar la capacitación docente: “Requerimos capacitar a nuestros profesores para que enseñen de una manera distinta. Pensar en cómo volverse más que capataces, facilitadores de conocimiento. Ayudarles a generar contenido y no subestimar las capacidades de sus estudiantes”

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