Icono del sitio Líder Empresarial

Planeación estratégica: la proyección del futuro de tu empresa

Según el Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial, alrededor de 8 de cada 10 empresas mexicanas fracasan en sus dos primeros años de vida. Si bien hay múltiples factores que pueden explicar esta alta tasa de mortalidad, uno de ellos es la carencia de planes estratégicos.

El Reporte de Crédito Pyme 2018, elaborado por la plataforma de préstamos en línea Konfío, reveló que precisamente uno de los principales problemas de los negocios es la dificultad para aterrizar planes estratégicos y ejecutarlos, lo cual produce una visión cortoplacista y debilita tanto el potencial de crecimiento como la permanencia en el mercado.

De acuerdo con Santiago Reynoso, director de la Escuela de Negocios de la UP Campus Bonaterra, la planeación estratégica es sumamente importante porque “ayuda a cualquier organización a distinguir dos elementos fundamentales: adónde quiere llegar y cómo se llegará a ese futuro deseado”.

Por su parte, Jorge Gutiérrez, socio de servicios de asesoría en Deloitte México, la define como “una disciplina que todas las empresas deben desarrollar para plasmar, analizar y retar sus ideas y tratar de que sean ejecutables; además de involucrar a los principales participantes de su equipo para una alineación entre estrategia, presupuesto, inversiones y operación”.

Sin plan, no hay rumbo

Un barco navega en altamar y el capitán es el único que conoce el destino. En ese escenario, los oficiales no sabrán qué hacer porque al no conocer el norte o rumbo establecido, toda dirección es correcta. “Quien no sabe a dónde quiere llegar, ya llegó. O sea, no ha ido a ninguna parte», resume Reynoso.

Por eso, la palabra ‘alineación’ es fundamental, señala. Los equipos de una empresa necesitan saber qué les corresponde hacer y cómo se espera que sean efectuadas cada una de las operaciones establecidas. Por esto mismo, continúa el especialista, el diseño de la planeación estratégica está virando hacia procesos más participativos e incluyentes, dado que estos refuerzan el sentido de pertenencia, identidad y compromiso de los colaboradores.

Jorge Gutiérrez señala que una organización que no diseña un plan estratégico puede enfrentarse a riesgos muy altos: “La empresa estará flotando en los vaivenes de la economía de los mercados y, sobre todo, no contará con un plan B ante la competencia -que hoy en día puede estar en cualquier canal y lugar-, si no tiene una guía y una dinámica de equipo trabajando en conjunto hacia un objetivo”.

Sergio Reynoso coincide en ese punto: «La velocidad con la que cambian las cosas, la aparición de nuevas formas de competencia, el entorno económico, la globalización, los fenómenos de la multiculturalidad e intergeneracionalidad, los contextos nacional e internacional son una vorágine; y si me quedo solamente viendo lo que yo hago, sin trazar un plan estratégico, me voy a quedar afuera».

¿Qué aspectos debe considerar el plan estratégico?

Sergio Sánchez, director de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Aguascalientes, enfatiza que todo plan estratégico empieza con el entendimiento de la visión y misión del negocio, o lo que es lo mismo, con la proyección del futuro deseado de la empresa y el camino que deberá recorrer para llegar ahí.

Posteriormente, se realiza una evaluación de los factores externos e internos de la organización, lo que tradicionalmente se conoce como FODA. Enseguida, se deberán establecer los objetivos de la compañía, los cuales detonarán las estrategias para conseguirlos.

Las estrategias deberán contar con indicadores, tasas o datos que faciliten el monitoreo para identificar si están funcionando. Tras la implementación de las estrategias, sigue una etapa de gestión y control, en la cual el administrador supervisará si los objetivos trazados se están cumpliendo o, en todo caso, revisará qué se está haciendo mal para corregirlo, añade Sergio.

Errores más frecuentes

De acuerdo con Jorge Gutiérrez, los errores más comunes al realizar un plan estratégico son los siguientes:

1.- No partir de análisis de mercado realistas, lo cual, naturalmente, producirá que la empresa se fije objetivos estratégicos irreales.

2.- No dar a conocer el plan estratégico a los encargados de su ejecución o no nombrar responsables de cada una de las acciones definidas del proceso. Esto lo convierte en un documento carente de vida, que no permea en la organización, por lo cual lo ejecutado resultará diferente a lo proyectado.

Salir de la versión móvil