El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que durante el primer trimestre de 2020, el Producto Interno Bruto (PIB) del país se desplomó 2.4 por ciento con relación al mismo periodo del año anterior. 

El descalabro está originado por las caídas de las actividades secundarias (-3.8 por ciento) y las actividades terciarias (-1.4 por ciento). No obstante, las primarias mostraron un avance del 1.2 por ciento respecto al primer trimestre de 2019, de acuerdo con estimaciones oportunas.

Asimismo, la economía mexicana sufrió un retroceso del 1.6 por ciento en comparación con el trimestre previo. Las actividades primarias fueron las únicas que mostraron un incremento, al registrar un avance del 0.5 por ciento. Sin embargo, tanto las actividades secundarias como las terciarias se cayeron 1.4 por ciento.  

El descenso de 1.6 por ciento es la contracción más pronunciada del Producto Interno Bruto  de México desde el segundo trimestre de 2009, cuando el mundo atravesaba por una profunda crisis económica. 

La pandemia amenaza con hundir gravemente la economía del país, después de sufrir una recesión de 0.1 por ciento en el 2019. Si bien la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anticipa una caída de hasta el 3.9 por ciento, calificadoras, bancos y organismos prevén que el desplome puede ser más duro. 

La agencia calificadora Moody’s anticipó para México una contracción del 7 por ciento, la tercer peor estimación, únicamente por detrás de Italia, que se prevé que su economía caiga 8.2 por ciento y Reino Unido, que también se estima un recorte del 7 por ciento. 

Por su parte, Citibanamex estimó una contracción del 9 por ciento; esta cifra podría ser mayor si el gobierno mexicano no lanza un paquete de incentivos fiscales dirigido a paliar la crisis. En este caso, la depresión sería del 10.5 por ciento.