Aguascalientes se encuentra en un proceso de amplitud industrial en el que busca alcanzar un crecimiento económico sólido y estratégico a través de la ‘diversificación’: un término que requiere de una visión a futuro para el desarrollo de la ciudad. Es por eso que algunas industrias como la aeroespacial, la de tecnologías de la información y la agroalimentaria, además de la automotriz, se han visto como opciones viables para alcanzar este objetivo.
Pero proyectos de este tipo requieren del trabajo y colaboración de más de un organismo para poder efectuarse de forma óptima. Por ello, la integración de los principales sectores estratégicos en la economía de la entidad resulta una forma efectiva para lograrlo, un modelo conocido como Pentágono de la Economía.
¿En qué consiste esta técnica de desarrollo social? Es la conjunción de cinco pilares fundamentales: entorno, academia, empresa, gobierno y sociedad; y ejemplifica la interdependencia entre las diferentes esferas del desarrollo, de modo que éstas se unifiquen y logren actuar como un solo ente de carácter integral y sostenible. Pero, ¿cómo funciona este modelo en Aguascalientes? Representantes de distintos sectores nos lo dicen.
Entorno y sociedad: La oportunidad del talento local
Desde nuestro entorno, entendemos que los mejores modelos de desarrollo hacen énfasis en la posibilidad de compatibilizar el crecimiento económico con la sostenibilidad. Por ello, la formación de una sociedad cívica que fomente la equidad social, el desarrollo humano y el cuidado del medio ambiente generará una mejora importante en las condiciones de vida.
Para Raúl González Alonso, presidente de Coparmex Aguascalientes, éste es un tema que se debe trabajar a través de la educación. De acuerdo con el dirigente empresarial, el civismo es una disciplina esencial para el desarrollo de una sociedad; por eso, debe de ser fomentado con mayor fuerza en los niveles educativos de primaria y secundaria, etapas en las cuales, considera, también es necesario introducir a los estudiantes en la cultura empresarial.
“Desde nuestra óptica, los valores se deben subrayar en toda etapa educativa, así como la cultura del emprendimiento. Se debe de inculcar que todos pueden ser emprendedores. En la Comisión de Niños Empresarios, cultivamos este tipo de iniciativas para que los pequeños ciudadanos empiecen a generar proyectos en los que muchas veces nos sorprenden, porque a su corta edad realizan trabajos de gran calidad”, refiere el empresario.
La sinergia entre la educación cívica y la empresarial puede fomentar una mayor creación de empresas en el estado, una necesidad que Aguascalientes demanda: según la Secretaría de Desarrollo Económico, en ellas se concentra alrededor del 70 por ciento de la actividad económica de la entidad.
Sin embargo, la mortandad de los pequeños y medianos negocios ha sido una constante en Aguascalientes durante los últimos años. Raúl González señala que prácticamente de diez negocios que se crean ocho fracasan; no obstante, considera que el verdadero tema por trabajar es que los emprendedores lo vuelvan a intentar después de haber fallado: “En otros países, el fracaso es visto como aprendizaje, pero aquí le damos una connotación negativa. Debemos cambiar el chip y darnos cuenta de que aquellos errores que se cometieron anteriormente servirán para corregir el camino de una nueva empresa”, comenta el presidente de Coparmex.
Vinculación, el “salto” que requiere la industria local
En las últimas décadas, la tendencia de la educación técnica y superior se ha encaminado a promover y fomentar un novedoso proceso de enseñanza-aprendizaje. Su objetivo principal ha sido acercar los mundos educativos y productivos entre sí, un proceso conocido como aprendizaje por competencias.
Bajo esta dinámica, varias universidades en el estado han implementado un modelo dual junto con las empresas, el cual ofrece un “ganar-ganar” para las compañías y las instituciones educativas locales: talento joven a cambio de aprendizaje práctico.
Francisco Javier Avelar González, rector de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), manifiesta al respecto que este tipo de prácticas son fundamentales no sólo para atender las necesidades del sector productivo, sino también para formar ciudadanos pensantes y críticos, un elemento que considera indispensable para el crecimiento económico de la entidad: “Necesitamos profesionales de diversas áreas, no solamente médicos e ingenieros, sino cualquier persona que contribuya a un desarrollo social, armónico y apoye a disminuir las desigualdades”.
De acuerdo con el catedrático de la UAA, la máxima casa de estudios de Aguascalientes y otras instituciones de la entidad han abierto puertas al ámbito público y al privado con el fin de reestructurar sus programas educativos con base en la visión de ambos sectores, aunque considera que es un área de oportunidad que tiene mucho por mejorar: “Queremos que esto sea creciente a través de nuestros académicos. Realizar proyectos conjuntos de innovación, donde mucho hay que hacer y avanzar en el código de entendimiento entre las universidades y el sector productivo”.