Con el inicio de la presente semana, particularmente desde el lunes 22 de enero, en Monterrey y su área metropolitana comenzaron a sentirse los efectos del desabasto de combustible: estaciones cerradas y largas filas en donde había gasolina.
El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, abordó el asunto en sus redes sociales: “el tema del desabasto de la gasolina en algunas estaciones de Monterrey, y su área metropolitana, no es desabasto, es un problema de logística, y nos estamos coordinando con la federación y municipios, para dar solución a este tema, sumando esfuerzos. Es importante mantener el orden y la paciencia, de dos a tres días, se espera esté regularizado”.
Y la respuesta que recibió Nuevo León por parte de Pemex, fue prácticamente inmediata, pues el martes por la noche el propio gobernador, Rodríguez Calderón, difundió en sus mismas redes -el martes 23 de enero por la noche-, un comunicado de la paraestatal en el que se informa que se llevan a cabo “las medidas necesarias para restablecer, en el corto plazo, la distribución de combustible en estaciones de servicio de la zona metropolitana de Monterrey, Nuevo León”.
En el documento también se señala que se dispone de inventario y condiciones de abasto para la distribución de gasolinas con la operación de la refinería de Cadereyta y con la reanudación del ducto Madero – Cadereyta.
Agrega que la distribución y abasto de combustible en el país, se normalizará en la medida en que los ductos de Petróleos Mexicanos dejen de sufrir daños por extracción ilegal derivado de tomas clandestinas y que personal especializado de la empresa labora diariamente para atender y reparar los ductos que han sido vandalizados.
Asimismo, recalca que no hay escasez de producto y que “las terminales (TAD’s) cuentan con inventarios suficientes para abastecer la demanda de la región”, además de subrayar que la estrategia contra el robo de hidrocarburos se fortalecerá con la compra de pipas y reclutamiento de personal.
La respuesta que recibió Nuevo León e incluso la Ciudad de México, sobre todo en lo que a comunicados se refiere, no la han tenido otras entidades del Bajío que desde principios de año están padeciendo por el desabasto de combustible, como Aguascalientes, Guanajuato y Jalisco.
El 8 de enero pasado, Pemex aseguró en un comunicado, que su director general, Octavio Romero Oropeza, “ha sostenido comunicación con los gobernadores de los estados afectados, con los que se acordó restablecer el suministro de combustible en el corto plazo”, no obstante varios mandatarios se quejaron de que no les contestaba el teléfono ni respondía oficios.
El 5 de enero, Pemex “recordó” –en otro comunicado- que hay suficiente inventario de producto en las Terminales de Almacenamiento y Despacho (TAD) para satisfacer la demanda de la población en todo el país; por lo que la situación que se vive en algunas regiones es sólo por un ajuste logístico.
Adicionalmente, dio a conocer que “se ha privilegiado el uso de medios de transporte más seguros, lo que implica cambios en la logística de entrega a las estaciones de servicio. Esto ha ocasionado retraso, afectando mayormente a los estados de Hidalgo, Estado de México, Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Querétaro”.
No mencionaron a Aguascalientes, a pesar de que ya comenzaban a sentirse aquí los efectos derivados de la estrategia contra el huachicoleo.
En este contexto, en su conferencia matutina del miércoles 23 de enero, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció que hay estados como Puebla donde no se ha padecido el desabasto, a pesar de estar señalado como uno de los que tienen más tomas clandestinas.
“Fui, por ejemplo, a Zacatecas y no encontré problemas, pero apenas entré a Aguascalientes, había problemas de desabasto, y en Guanajuato y en todo el camino cuando me trasladé de Aguascalientes a Hidalgo, estaban gasolinerías cerradas con problemas de desabasto”, dijo el mandatario.
Y agregó: “Diariamente nosotros tenemos el reporte, por eso les puedo decir que en el caso de Jalisco vamos avanzando para normalizar la situación. Ayer logramos trasladar alrededor de 50 mil barriles a Jalisco en el tiempo que pudimos operar el ducto, de modo que se está avanzado”, dijo, aunque el gobernador Enrique Alfaro, afirmó en sus redes sociales que no se ha hecho lo suficiente y que hay municipios con severos problemas a consecuencia de la falta de combustible.
En el caso de Querétaro, añadió el Presidente ante medios nacionales, “ya teníamos resuelto el problema. Hace una semana teníamos abasto suficiente y nos volvieron a sacar los ductos de operación y se nos cayó. Y ahí vamos poco a poco”.
Finalmente, López Obrador descartó que con el desabasto de la gasolina se esté castigando deliberadamente a ciertos estados, “Yo no sé por qué esta cuestión de Puebla, o sea, se me hace muy ramplón el argumento, o sea, sin ningún fundamento. O sea, nosotros no podríamos hacer una cosa así. O sea: ‘A ver vamos a privilegiar estos estados y vamos a castigar estos’. O sea, en qué mente cabe eso. Nosotros no somos chuecos”, concluyó.