Don Roberto, de 67 años de edad, estuvo hospitalizado durante ocho días a consecuencia del COVID-19; aunque su estado era muy grave, no requirió intubación, porque respondió de manera favorable a las dos primeras etapas de la terapia respiratoria: puntas y mascarilla.
Su hijo, también de nombre Roberto, comentó que al principio tenían mucho miedo a la hospitalización e incluso consideraron la alternativa de atenderlo en casa con oxígeno suplementario y la asesoría de un especialista, sin embargo, ante el rápido deterioro de su padre decidieron acudir al HGZ No. 1.
La saturación de oxígeno de don Roberto estaba entre 88 y 89; ya no se escuchaba la parte baja de sus pulmones y se veía muy decaído, pero entró caminando al hospital.
“Llegamos primero al Módulo Respiratorio en donde le hicieron la primera valoración, luego le tomaron la muestra para la prueba y de ahí pasó al área de Urgencias. Estuvo en observación varias horas, con esperanza de poder regresar a casa, sin embargo, en la madrugada me informaron que había sido necesario hospitalizarlo y ya estaba en piso”, agregó su hijo.
Alrededor de las 13:00 horas lo comunicaron vía telefónica con su papá, charlaron un par de minutos y pudo escucharlo con buen ánimo. Ese mismo día por la noche recibió la llamada del personal de salud para hacerle preguntas epidemiológicas y otras de la historia clínica.
También le marcó el médico tratante para informarle sobre la evolución de su padre. “El médico me explicó que mi papá se encontraba estable, aunque su pronóstico era reservado porque el virus es de comportamiento impredecible y en cuestión de horas se puede complicar, pero que estaban haciendo todo lo humanamente posible”, destacó.
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Durante las videollamadas enlazadas en los días posteriores, mencionó que vio a su papá pasar de las puntas nasales a la mascarilla, pero afortunadamente nunca fue necesaria la intubación.
“Siempre mantuvo una actitud muy positiva, de colaboración y apoyo al personal de salud”, resaltó.
Hoy don Roberto se encuentra completamente recuperado de la COVID-19 y desde su casa hizo llegar su gratitud y reconocimiento al personal de salud que intervino en su atención, así como a todos aquellos que atienden a pacientes contagiados.
“Durante mi estancia hospitalaria vi el esfuerzo y las jornadas tan intensas de todos a mi alrededor. Nos cuidaban con un sincero deseo de ayudarnos a salir adelante, sin importar las horas o el cansancio. Mando mis bendiciones para todo el personal de salud del IMSS”, expresó.
El derechohabiente regresó a casa en ambulancia y entró por su propio pie; además, tuvo el detalle de enviar al personal del HGZ No. 1 arreglos florales y lonas de agradecimiento.
Respecto a este caso, la directora del Hospital General de Zona (HGZ) No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Aguascalientes, María del Carmen Bonilla Rodríguez, afirmó que la hospitalización oportuna es indispensable cuando los pacientes presentan dificultad para respirar y ataque al estado general de salud, además que los antiinflamatorios, la hidratación y el oportuno control de otras infecciones fueron determinantes para que don Roberto se encuentre con su familia.