Hoy 4 de octubre se dio el arranque oficial de la producción del Mazda CX-3 en la planta automotriz ubicada en Salamanca, Guanajuato, la más grande de la marca fuera de Japón. Este vehículo llegó al país en el 2015, importado hasta ahora de Hiroshima, Japón.
El año pasado la compañía automotriz anunció el trasladó de la producción de este modelo de Japón a México y se trata de un éxito para Mazda, pues representa alrededor del 10% de las ventas totales de la marca en este país.
Se trata de una camioneta subcompacta, es decir, la más pequeña en su portafolio. Se basa en la plataforma del Mazda2, con motor de 2.0 litros, 148 caballos de fuerza y 144 lb-pie de par.
“Hemos logrado este comienzo de producción masiva del modelo CX-3 aproximadamente en un año desde que se tomó la decisión, un periodo bastante corto”, dijo Takuji Iwashita, CEO de Mazda México.
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Asimismo también apuntó que vienen muchos retos en el ámbito comercial y ecológico, por lo que se tienen que realizar cambios y adaptaciones para alcanzar los objetivos y superar todos los desafíos.
“Este será un modelo literalmente para México y por mexicanos, siendo un producto simbólico y estratégico con el que demostraremos de manera concreta nuestra postura como marca Mazda de darle un enfoque al mercado de México”, agregó.
El complejo de Salamanca da empleo a poco más de cinco mil personas dejando en claro el impacto social y económico en la región Bajío. Mazda CX-3 compartirá casa con sus hermanos Mazda3 sedán, Mazda CX-30 y Mazda2 Hatchback y Mazda2 sedán, modelos que se producen también en Guanajuato.