Pese a no figurar dentro de los cuatro equipos más populares de México, el Toluca puede presumir de tener una de las aficiones más sólidas y fieles del país. Según la última encuesta de Consultas Mitofsky, el conjunto escarlata se ubica como el séptimo club con más seguidores (le superan los cuatro grandes, Tigres y Atlas).
No es para menos. El equipo toluqueño firmó una de las dinastías más gloriosas y espectaculares del fútbol mexicano, cuando a finales de los 90’s e inicios de los 2000 alcanzó la cima cuatro veces y cosechó un subcampeonato a través de un juego dinámico y emocionante encabezado por leyendas como Saturnino Cardozo, Carlos María Morales, Fabián Estay, Vicente Sánchez, Manuel Abundis y Antonio Naelson Matias “Sinha”, entre otros.
Paola Martínez era una adolescente cuando quedó prendada del juego vistoso del Toluca de Enrique Meza, aquel que le ganó en penales al Atlas de Ricardo La Volpe en lo que es considerada por muchos la mejor final de toda la historia del fútbol mexicano.
Esta relación con el equipo mexiquense no fue heredada ni buscada, surgió como un flechazo instantáneo.
“De niña siempre hice varias actividades a la vez: estaba en danza folclórica, gimnasia, basketball…Pero quería mejorar en fútbol, por lo que me puso a ver los partidos. Coincidió con la época dorada del Toluca. Veía sus juegos y me quedé encantada. Desde ahí dije ‘le voy al Toluca’”, recuerda Paola, consultora en Comunicación y Recursos Humanos a través de su firma Paola Martínez, consultoría & comunicación.
Naturalmente, su elección causó estupor y ‘carrilla’ entre sus conocidos, pues la gran mayoría de la afición futbolera del país se divide entre el América, Guadalajara, Cruz Azul y Pumas, regularmente heredada por los padres y las madres (a menos de habitar en un estado que tenga su propio equipo, como Nuevo León, Guanajuato o Estado de México, por poner algún ejemplo).
“A partir de ahí mis amigos me apodaban Paotol o ‘La Toluqueña’. Incluso mis alumnos de la universidad me hacían referencias a mi afición al Toluca”, recuerda.
Para Paola, seguir al Toluca, más que una afición, es un estilo de vida. Sus familiares y sus amigos lo saben. En fin de semana, sus planes orbitan alrededor de los partidos de los ‘Diablos Rojos’.
“Si juega el Toluca, primero veo el partido y ya después acudo a los reuniones. Mis amigos saben que muchos de mis planes están conformados con base al horario del partido [risas]”, comparte.
La consultora en comunicación recuerda con claridad que al aficionarse al equipo mexiquense, uno de sus máximos sueños era conocer el Nemesio Diez. En uno de sus cumpleaños en Noviembre del 2005, le regalaron boletos para ir a verlos enfrentar al Guadalajara. No pudo recibir mejor obsequio que una victoria por tres goles a cero.
Ahora procura asistir por lo menos una vez cada torneo al estadio toluqueño. La última vez que acudió fue al amistoso internacional contra el Bayer Leverkusen, celebrado en mayo del presente año en el que el Toluca venció uno por cero.
Cada vez que va al Nemesio Diez, Paola se siente como en casa. “Es un estadio en el que sientes ese apoyo en conjunto de todos los aficionados. Aunque vaya sola, me siento como en familia, me siento arropada. Eso se me hace una vivencia indescriptible”. Por eso mismo, si no la pueden acompañar sus amigos y amigas, ella se siente con la confianza de ir por sí misma a verlos. Ha ido también al Omnilife, al Estadio León, a Ciudad Universitaria y por supuesto al Victoria a apoyar a su equipo.
“Por ver al Toluca, he hecho viajes en los que me voy sola en los que salgo a las 7 de la mañana y regreso a las tres de la mañana del día siguiente”, confiesa.
Esta afición irrompible y fiel por los ‘Diablos Rojos’ no ha quedado inadvertida para el club. El Toluca la ha invitado personalmente a realizar un recorrido especial por el estadio Nemesio Diez para que conozca con detalle las instalaciones; también, en Marzo, le trajeron de regalo un jersey con el número y nombre de su agrado.
“Agradezco mucho la apertura que tiene el club con los aficionados en cada uno de los estados; esto ayuda a reforzar la identidad y es muy bueno”, señala.
Paola Martínez identifica varios atributos en la organización que empatan con su identidad: el respeto, la competitividad, la búsqueda de estar siempre a la vanguardia, el liderazgo del equipo, su hambre permanente de mejorar, su alto nivel de exigencia, entre otros elementos más.
Al ser testigo de siete de los diez títulos de liga que el Toluca ostenta, podría resultar complejo elegir un momento favorito en toda esta travesía de pasión por los diablos.
Tras pensar, Paola refiere que su memoria favorita es la victoria contra el Atlas en penales (torneo verano 1999) y en seguida el Bicentenario 2010 contra el Santos, definido también en penales (tres de los siete torneos cortos ganados por el Toluca han sido desde los once pasos, lo que habla de una relación especial con los finales de infarto del club escarlata).
Pero en este recorrido, también ha habido momentos amargos. Para ella, ninguno mayor al de la final perdida contra el Santos en el Clausura 2018 por marcador de 3-2. La derrota caló más hondo debido a la lesión de su ídolo en ese momento, el argentino ‘Pitu’ Barrientos. “Sinceramente pienso que si no se hubiera lesionado, habríamos ganado el torneo”, menciona.
Por lo pronto, Paola no descarta en un futuro organizar algún proyecto del Toluca en Aguascalientes para fomentar la comunidad alrededor del equipo mexiquense. Por lo pronto, una de sus mayores satisfacciones (más allá de las alegrías dadas por los títulos) es transmitir la pasión por el Toluca a su sobrino de ocho años.
“Mi sobrino es la única persona en mi familia que le va al Toluca porque ha visto todo lo que hago por el club: grita lo mismo que yo, tiene sus propias playeras, le piden que dibuje a su familia y se dibuja con el uniforme del Toluca… Yo creo que es por la emoción que ve en mí por el club, la tradición, el estar desplazándome a ver los partidos. Esa pasión se transmite al niño y es mi mayor satisfacción”, finaliza”.