Durante dos días, la señora Yolanda, de 54 años de edad, presentó falta de aire, tos y gripa ─síntomas de COVID-19-, por lo que su familia decidió trasladarla a recibir atención médica, pues además tiene comorbilidades como hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad, insuficiencia renal, problemas hepáticos y cardíacos.
Fue ingresada al Hospital General de Zona (HGZ) No. 1, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en donde permaneció hospitalizada un total de 37 días, 21 de los cuales estuvo intubada.
Durante ese tiempo recibió una atención integral por parte de varios equipos multidisciplinarios de salud que estuvieron a su cargo las 24 horas del día, los siete días de la semana.
“Es vital para el paciente, llevarlo al hospital en cuanto presente dificultad para respirar, tos, fiebre, dolor de pecho y cabeza. Cuantos más días se dejen pasar, las probabilidades de recuperación son menores”, aseguró la directora del hospital, María del Carmen Bonilla Rodríguez.
Desde el pasado 22 de enero, la señora Yolanda se encuentra en casa con tratamiento respiratorio y oxígeno suplementario, en compañía de su esposo e hijo, además que durante diez días recibió una llamada del doctor Ramiro Murillo Martínez, quien estuvo a cargo de dar seguimiento puntual a su recuperación, como parte de la Estrategia de Seguimiento a Distancia que el IMSS brinda a los derechohabientes.
“Cuando salí de estar intubada, poco a poco me fui estabilizando y tuve oportunidad de hablar con mi familia. Eso nos ponía contentos porque ellos podían ver cómo iba evolucionando mientras estuve ahí y eso me animaba”, recuerda.
Su esposo, el señor Daniel, agregó que el día que le hablaron para decirle que iban a extubar a su esposa, la noticia fue de mucha alegría para toda la familia.
“Agradezco mucho a Dios y principalmente al personal del Hospital número 1… no tenemos con qué pagarles más que pidiéndole a Dios porque ellos no se contagien, sus familias estén bien y salven más vidas”, dijo.
La señora Yolanda manifestó su agradecimiento a doctores, enfermeras, camilleros y trabajadores sociales por la atención brindada, señalando que siempre fueron discretos, atentos y respetuosos de las condiciones por las que estaba atravesando, además que mediante videollamadas pudo comunicarse con sus familiares desde el hospital.
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