Orlando Ramírez es vicepresidente y gerente de planta en Bosch Aguascalientes, el proveedor automotriz número uno del mundo según Statista.
Su ascenso profesional se ha sustentado en ponderar el trabajo colaborativo y el liderazgo positivo, así como en la comunión con los valores de la empresa: honestidad, respeto y disciplina —mismos que aprendió en su infancia gracias a sus padres—.
- “He atravesado varias crisis derivadas de diferentes fuentes, pero con el tiempo aprendí que la disciplina, la organización y el entendimiento de las prioridades son elementos que marcan una gran diferencia. El principal factor es la gente, la actitud que tiene el equipo para afrontar el problema”.
- «No comulgo con el liderazgo basado en la intimidación, en marcar mucho las jerarquías. Mi liderazgo es abierto y positivo. Todos somos empleados o asociados de la empresa”.
- simplemente nos toca hacer cosas distintas y tenemos responsabilidades diferentes”.
- «Una función del líder es identificar en qué actividad una persona se desempeñará de la mejor manera. Si tomas esos talentos y los colocas en un área que les apasiona, no tienes idea de la velocidad y el impacto positivo que tendrá para la organización«.
- “Hay tareas que se tienen que atender en el momento y otras que no son esenciales para la continuidad en el negocio. Hay que aprender a diferenciarlas para encontrar ese balance entre vida y trabajo”.