En un área tan retadora como lo es recursos humanos dentro de Grupo Acerero –que alberga a más de dos mil colaboradores– Rigel Cabrera destaca que lo más indispensable es la creación de una cultura organizacional sólida y compartirla con el equipo.
“Es importante partir desde la visión de los socios, qué es lo que ellos buscan de su empresa y qué tipo de cultura quieren que permee entre los colaboradores”, explica.
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Rigel refiere que es necesario medir e identificar las áreas de oportunidad para consolidar una dinámica que refuerce el ADN de la empresa. También es indispensable manejar esquemas de reconocimiento que promuevan la lealtad de las y los colaboradores.
De igual forma, tanto la empresa como directivos deben promover el desarrollo profesional para el crecimiento y potencialización del recurso humano, así como contribuir con acciones para la prevención de accidentes y cuidado de la salud.
“Nosotros desarrollamos el concepto ‘Orgullo Acerero’ donde comunicamos que al ser una industria complicada, se requiere de muchos elementos que no cualquiera posee, por lo cual son parte de un equipo con características que no todos reúnen”, expresa.
Aunado, el estandarte de esta firma es “somos personas trabajando con personas”. En ese sentido, Rigel expresa que es fundamental crear un puente de comunicación que estreche la relación entre colaboradores, directores, gerentes y el sindicato. Este contacto deriva en la atención de las necesidades e inquietudes de la fuerza laboral.
Rigel expresa que el punto clave que brindará el éxito en la gestión de capital humano es permitir la evolución en los procesos de Recursos Humanos, para convertirlos de operativos a flexibles. Así este será un departamento dinámico, con distintas estrategias de acción que muestre esquemas de compensaciones para la atracción, desarrollo y retención del personal.