El fin de año está a la vuelta de la esquina, y con él, la posibilidad de disfrutar del aguinaldo. Si tras cumplir con tus obligaciones financieras, todavía te queda una parte de tu capital, una opción interesante para hacerlo crecer es colocarlo en un fondo de inversión.
¿Cómo funcionan?
Un fondo de inversión es un producto de ahorro en el cual una entidad financiera especializada recibe capital por parte de un grupo de personas (físicas o morales) para invertirlo en diferentes instrumentos de inversión, buscando alcanzar un rendimiento superior al ofrecido por productos tradicionales bancarios.
Para invertir, ¿hace falta ser un experto en tema financiero?
No. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores conmina a las entidades autorizadas a orientar de la mejor manera a los clientes con el fin de sugerirles instrumentos financieros adecuados a su horizonte de inversión y al riesgo que estén dispuestos a asumir. En pocas palabras, las instituciones perfilan al inversor a los productos que más le convengan para que éste decida.
Tipos de fondos de inversión
Enumerar las distintas herramientas de inversión podría ser una tarea inabarcable dada la amplia gama de opciones que existen, pero de manera general, se podrían dividir en las siguientes:
- Fondos de deuda: Destinan el capital a instrumentos de deuda emitidos por los bancos, las empresas o el Gobierno federal. En México, los instrumentos más comunes son los Certificados de la Tesorería de la Federación (CETES), los cuales son emitidos por la Secretaría de Hacienda de Crédito Público y respaldados por el Banco de México. En pocas palabras, son préstamos al Gobierno federal a cambio de un rendimiento. Su valor nominal es de 10 pesos. Otros instrumentos son los pagarés bancarios, los bonos gubernamentales y los papeles comerciales.
- Fondos de renta variable: Invierten en acciones de firmas que cotizan en bolsas de valores nacionales e internacionales. Suponen un mayor riesgo que los fondos de deuda, aunque su rendimiento suele ser mayor. Es sugerido para inversores con miras a largo plazo.
Recuerda que una de las máximas en el ámbito financiero es la diversificación. En este sentido, es sumamente recomendable conformar una cartera balanceada que incluya diferentes tipos de productos financieros y no «poner los huevos en una sola canasta».