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Ópticas Matute: Raíces profundas, el secreto de la perdurabilidad empresarial

“Porque después de todo he comprendido
Que lo que el árbol tiene de florido
Vive de lo que tiene sepultado”.

Francisco Luis Bernárdez

De acuerdo con The Failure Institute, el 75% de los negocios cierran antes de cumplir los dos años de su fundación; entonces, ¿qué permite que una empresa perdure frente a las vicisitudes del tiempo? Con casi cien años de edad, Ópticas Matute encuentra que esa fortaleza coincide con lo que mantiene en pie a un árbol longevo y frondoso: sus raíces profundas.

Don Vicente Matute Cacho y su esposa Pilar Navarrete González formaron tanto a la empresa como a la familia en la constante búsqueda por la excelencia, así como en un liderazgo innovador que hoy lo mantiene a la vanguardia en la industria óptico-optometrista. 

Aunque ambos eran originarios de España, se conocieron en la ciudad de Aguascalientes, ya que don Vicente fue contratado para colocar el reloj de la catedral. Unidos en matrimonio, iniciaron su propio negocio en la calle Juárez en 1929: la “Casa Matute”. 

En aquel año, el negocio era una modesta relojería, joyería y óptica. Tras el prematuro fallecimiento del fundador en 1941, la señora Pilar se hizo cargo de la tienda. Tres lustros después, su hijo Vicente Matute Navarrete continuó y consolidó el proyecto de su padre, después de estudiar optometría. La tienda se convirtió en un referente para la venta de relojes y lentes, y hidrocálidos solían acudir allí para sincronizar sus relojes con el reloj instalado en el mostrador del negocio.

A partir de entonces, el apellido Matute es referente en la profesionalización de este oficio a nivel nacional. Matute Navarrete fue presidente y fundador de la Confederación de Optometristas de la República Mexicana, además de que creó las facultades de esta ciencia en tres universidades de la región (como en la Universidad Autónoma de Aguascalientes); todo ello sin descuidar el crecimiento de la empresa familiar. 

Toda la familia fuimos educados sabiendo que hay pagar el precio de las cosas. La excelencia para él no tenía ni doblez ni atajos[…] Aprendimos que cuando tú tienes un negocio, es como cuando se poda un árbol. Lo pueden dejar sólo con el tronco, pero poco después lo ves casi igual de grande y fuerte que antes. El árbol vive de sus raíces”, afirma Carlos Matute Salas.

Pasar la estafeta en Ópticas Matute

Carlos y Fátima Matute Salas

La Bolsa Mexicana de Valores afirma que sólo una de cada diez empresas sobrevive al cambio generacional y sólo 1.5 de cada cien logra concretar tres relevos generacionales. Ópticas Matute es una de ellas.

“Los cambios generacionales fueron fuertes, como cuando le propuse a mi papá que nos concentráramos sólo en la optometría[…] Es necesario mantener el nivel de liderazgo e innovación: no es posible que una tienda se sienta como en 1920”, señala Carlos

Para 1955, la tienda se mudó a la calle Madero y en la década de los 70 la demanda de optometría experimentó un crecimiento importante. Sus hijos recuerdan que, entonces, Matute Navarrete atendía alrededor de 25 consultas diarias, de manera que, para 1985, abrió su primera sucursal en el centro comercial Villasunción a fin de que ahí trabajara su hija Fátima Matute Salas.

Como todo el mundo, hemos abierto y cerrado diferentes sucursales. Es importante que los hijos empiecen a trabajar junto con uno y vean la pasión con la que trabajas. Efectivamente, hay conflictos por las diferentes ideas entre las generaciones. Pero llega el momento en que son envueltos por una pasión por seguir con estas raíces cimentadas en la excelencia y la búsqueda de ser mejor cada día”, explica Fátima.  

Han pasado cuatro generaciones desde la primera relojería. Ahora, Ópticas Matute cuenta con diez sucursales donde, tanto por sus productos como por su servicio, honra los valores originales de su apellido: liderazgo, excelencia, ética y honradez”.

Nos sentimos orgullosos de que, dentro de los valores que nos inculcaron, está el deseo de ser los mejores en lo que hacemos. Brindamos un servicio médico y tratamos de entender las necesidades de las personas. Somos una empresa que tiene un sentido humano y busca comprender a las personas. No vendemos lentes, solucionamos problemas visuales”, concluye Fátima.

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