La primera vez que entrevistamos a Marina Alhelí Tavizón Mondragón fue por el éxito que estaba alcanzando Mexa Incubadora de Alto Impacto, una incubadora donde se brinda apoyo a jóvenes emprendedores que están desarrollado proyectos relacionados con la tecnología.
En aquel momento la calificamos como una entusiasta emprendedora, lo que hoy reafirmamos con creces, gracias a su incursión en la elaboración de prendas que están dirigidas a mujeres y niñas que, como ella, han padecido cáncer.
Marina es egresada del Tecnológico de Monterrey Campus Zacatecas, aunque su lugar de residencia es Aguascalientes. El año pasado le hizo frente al cáncer de mama. En ese proceso estuvo buscando soluciones para cubrir la alopecia, o caída de cabello, que es una de las afectaciones de la quimioterapia.
“Busqué pelucas, mascadas, gorritos, y me di cuenta que había una área de oportunidad interesante para este giro”, recuerda Marina, quien a pesar de haber encontrado algunas opciones vía on line de estos artículos e incluso haber realizado la compra de varios -que le enviaron de la Ciudad de México e incluso de España-, en realidad no encontró uno solo que satisfaciera por completo sus necesidades y gustos, además que no eran del todo acordes a su personalidad.
“Fue surgiendo en mí esta idea de hacer algo adecuado, lindo, de moda, que se pudiera combinar con diferentes prendas y que cumpliera con las características que requieren los pacientes oncológicos, confeccionados con tela y los cuidados necesarios para que no molesten a la piel”, señala.
Así inició el proyecto Oncofashion, una idea que poco a poco fue tomando forma y que se cristalizó en enero de este año cuando Marina decidió que sí quería llevarlo a cabo.
“Me estuvieron asesorando en DESEM para elaborar el plan de negocio, afianzar la idea y conocer mentores que me ayudaran a aterrizarla”, refiere sobre el proceso en que se ha visto inmiscuida para elaborar -en una primera etapa- una línea de gorritos, y para lo cual también ha contado con el respaldo de Neek Cotton, fabricantes locales de ropa para bebé donde se estarán fabricando estos accesorios.
Al día de hoy, Marina ya cuenta con los prototipos de los gorritos en varios modelos y colores, siendo una de sus principales características que están elaborados 100% de algodón ecológico y también de algodón orgánico certificado.
“Es una muy buena causa, porque estaremos ofreciendo un producto a un precio justo, muy lindo, enfocado en que tu animo no decaiga, que te sientas bien, y de paso formamos una alianza con proveedores locales”, subraya.
Marina espera que a más tardar en febrero del año entrante comience la comercialización de los gorritos, a través de una plataforma de venta on line, a la que también se estarán sumando otras empresas que elaboran productos dermatológicos.
Y debido a que se trata de artículos cuya confección está muy cuidada, la emprendedora no descarta crear una línea de productos enfocada en hombres y niños que también padecen cáncer y que por lo mismo sufren de las afectaciones de la quimioterapia en los casos en que deciden optar por este tratamiento para enfrentar la enfermedad.
“Todos (los pacientes con cáncer) necesitamos en su momento mucho apoyo emocional. Hay momentos en la quimio que no te sientes tan mal, pero te ves en el espejo y no concuerda la imagen de cómo te ves a cómo te sientes y es ahí donde queremos incidir, que no te sientes mal, que tu animo no decaiga, porque la mejor forma en que puede funcionar tu tratamiento es con la actitud”, señala Marina.