Icono del sitio Líder Empresarial

Pactan vecinos de Olinda con Hábitat Desarrollos

Un adeudo de la empresa Hábitat Desarrollos a CAASA por casi medio millón de pesos dejó sin agua potable por más de 24 horas a unas 100 familias del fraccionamiento Olinda, al suroeste de Aguascalientes.

La desarrolladora se comprometió a asumir el costo de las pipas que abastecerán el agua hasta que CAASA vuelva a conectar al residencial. Sin embargo, el corte del servicio destapó inconformidades de los vecinos por defectos y vicios ocultos en las viviendas, robos en sus domicilios a plena luz del día y supuestos engaños de quienes les vendieron las casas.

Según consta en un recibo, Hábitat Desarrollos adeuda 466,821.77 pesos a Proactiva Medio Ambiente CAASA, únicamente por el servicio de agua potable en Olinda, fraccionamiento ubicado en Avenida de los Maestros y pendiente de municipalizar.

CAASA planteó a los habitantes del residencial la alternativa de dividir el adeudo y hacerles contratos individuales. Ellos la rechazaron porque, además de ser responsabilidad de la desarrolladora mientras no esté municipalizado, las casas de la primera etapa carecen de aljibe y tinaco donde almacenar el líquido.

Según explicaron algunos propietarios, los papeles que la empresa les entregó al adquirir sus casas les otorgaban el servicio de riego por gravedad o goteo. Las aguas grises se almacenarían en unas cisternas que nunca funcionaron, que pagaron para que se sustituyeran y que a la fecha no funcionan.

La tarde del lunes, 24 horas después de la suspensión del servicio y a unas horas de haber hecho bloqueos parciales al tránsito de Avenida de los Maestros, un grupo de colonos se reunió con Rafael Escamilla Jiménez, representante legal de la desarrolladora con sede en San Luis Potosí, y consiguió que la empresa firmara una carta compromiso.

Además de liquidar el adeudo con CAASA y garantizar el abastecimiento de agua potable a todos los vecinos, Hábitat Desarrollos se comprometió a darles a conocer, en los próximos días, los avances en la primera y segunda etapa y qué partes han sido ya entregadas al ayuntamiento de la capital.

También a reparar vicios ocultos y hacer válidas garantías a las casas que han presentado desprendimiento de mosaicos o cuyos calentadores solares se han descompuesto por la calidad del agua y la variación en el flujo del líquido, entre otros desperfectos. Para ello, acordaron presentar un documento con la relatoría, fotografías y demás pruebas de los desperfectos en las oficinas del fraccionamiento el próximo 15 de abril.

Se acordó negociar, como parte de las garantías, la instalación de tinacos en viviendas de la primera etapa para almacenar el agua que, originalmente, se guardaría en las cisternas del fraccionamiento.

Por otro lado, varios vecinos denunciaron que han sufrido robos en sus domicilios en horas del día, cuando dejan las viviendas solas para salir a trabajar. Dijeron sospechar de personal que trabaja para la desarrolladora y pidieron la instalación de una caseta de vigilancia, que fue otra promesa de venta que recibieron al adquirir sus viviendas.

Sin embargo, el representante legal de la desarrolladora dijo no poder instalarla y explicó que, para contar con ella, los colonos tendrían que constituirse bajo régimen de condominios. Cambiar a ese régimen les implicaría hacerse cargo del mantenimiento, entre otras responsabilidades que hasta ahora corresponden a la desarrolladora y, una vez municipalizado el fraccionamiento, al municipio.

Salir de la versión móvil