Hoy en día escuchamos mucho la palabra productividad. ¡Productividad por aquí, productividad por allá! Dando una connotación positiva de este concepto. ¡Aguas! La productividad como tal no es algo bueno o malo, per se. Existe productividad, cuando se produce algo. Y hay mala o baja productividad y hay buena o alta productividad, dependiendo del índice de esta. Se puede definir la productividad como la capacidad de producción por unidad de trabajo.
Dicho de otra manera: “La productividad es la relación existente entre los bienes producidos y los insumos consumidos para producirlos y el objetivo de ello, es medir la eficiencia de producción por cada recurso utilizado”, nos aclara el Lic. Gustavo Arriaga Aguilar, socio fundador de Leader in Talent Delivery (LTD), empresa 100% hidrocálida.
De esta forma tenemos que, Productividad = Producción
Insumos
Dada dicha relación, la productividad se puede mejorar o incrementar de varias formas. De tres, para ser exactos:
1.- Incrementar la producción con los mismos insumos, por ejemplo: mejorando los procesos de producción, eliminando tiempos muertos, retrabajos, dando mantenimiento a la maquinaria, reduciendo el ausentismo, etc.
2.- Reducir los insumos manteniendo la misma producción, por ejemplo: disminuyendo desperdicios y/o mermas de los insumos en los procesos de producción, optimizando cortes, digitalizar en vez de imprimir, etc.
3.- Incrementando la producción y disminuyendo los insumos. Revisando bien los procesos de producción para mejorarlos y a la vez disminuir desperdicios y/o mermas.
Dicho lo anterior, debemos tomar en cuenta también que un incremento en la productividad no solo es tarea de los operarios de los procesos. Sino de todos en general en una empresa. Desde los dueños y ejecutivos, hasta los trabajadores. Todos forman parte de una cadena donde cada uno de los procesos y los insumos utilizados en estos, son sujetos de mejora. Por lo que el incremento en la productividad “es una tarea conjunta, en donde todos los involucrados deben de estar conscientes de su participación para eficientarla al máximo”, puntualiza el Lic. Gustavo Arriaga Aguilar.
¡Así, de esta forma y a través de una adecuada y constante medición del índice de productividad, adecuadas retroalimentación y recompensa a todos los involucrados, estamos en posición de entrar en un circulo virtuoso que traerá enormes beneficios para los empleados y para la empresa en general!
