A raíz de la crisis causada por la contingencia sanitaria y con la finalidad de apoyar a pequeñas y medianas empresas del estado para cubrir principalmente gastos de operación y capital de trabajo, el Gobierno del Estado lanzó el Programa Emergente de Financiamiento Empresarial, con el que a través del Sistema de Financiamiento de Aguascalientes (SIFIA) logró dispersar en poco menos de dos meses cerca de 180 millones de pesos.
Fue durante este periodo que el SIFIA enfrentó un gran reto en el que necesita responder a la brevedad a la alta demanda de solicitudes, ya que del 16 de abril al 12 de junio recibieron un total de 459 expedientes, mientras que a lo largo del 2019 sólo recibieron poco más de 200 solicitudes.
Andrés Díaz Larios, director de la dependencia, explica que con la finalidad de dar un mayor número de créditos a un menor costo para las empresas, se realizó una serie de modificaciones a las reglas de operación de sus distintos programas, que incluyeron la reducción de tres puntos porcentuales a la tasa de interés anual y seis meses de gracia total con la que no era necesario cubrir intereses ni capital.
“Fue una crisis que le pegó a todos, pero a través de nuestros comités intentamos hacer la entrega de los recursos lo más equitativo siempre, priorizando siempre el tema de reactivación económica, el consumo local y mantener los empleos formales del estado”, comenta Díaz Larios.
La demanda fue tal que, incluso, algunos proyectos no lograron recibir una dictaminación, por lo que se acordó abrir la segunda fase del programa de Subsidio y Crédito para el Desarrollo Empresarial, el cual tiene una bolsa de 111 millones 432 mil 100 pesos para financiamientos a empresas de los sectores que requieran invertir en infraestructura, equipamiento, gastos operativos y capital de trabajo de hasta 3 millones de pesos.
Dicho programa recibirá el apoyo de organismos empresariales para la recepción de solicitudes, estará vigente hasta el 30 de octubre o hasta agotar los recursos, y tendrá una tasa de interés de 5 al 7% anual y un periodo de gracia total de seis meses.
“Son requisitos muy parecidos al plan emergente, la única diferencia es que esta vez nos ayudan los organismos empresariales a ser ventanilla, a armar el expediente, darles una primera revisión y atender a la gente”, explica Andrés Díaz.