Por: Jesús Enrique Ramírez Pérez, Dirigente de la CROM en Aguascalientes
Mucho se ha comentado sobre nuestra propuesta del “Nuevo Sindicalismo”, así que me tomaré estas líneas para detallar un poco el trabajo que hemos logrado y que sobre la marcha continuamos mejorando en equipo, porque la base de esta etapa sindical no puede concretarse si no nos fortalecemos como eso: Un equipo de trabajadores por el mejoramiento de las condiciones laborales y de vida.
En realidad, no se tiene nada de “nuevo” simplemente es hacer nuestro trabajo como debe de hacerse. Desde que nació el sindicalismo alrededor del año 1800 después de la Revolución Industrial en Inglaterra, donde empezaron con el abuso por parte de los patrones y crear otra vez una situación casi de esclavitud, se empezaron a agrupar los obreros creando sindicatos y confederaciones; cuando se llega a México a principios de 1900 -porque nos llegó una Revolución Industrial tardía- se empieza a comprometerse por el bien de los trabajadores bajo la Constitución Mexicana en el artículo 123 y posteriormente con la Ley Federal del Trabajo como base para las reglas de operatividad laboral en todo el país.
Hasta ahí íbamos muy bien, pero se dio un cambio radical cuando el entonces presidente de México consideró que el movimiento obrero (a cargo de la CROM como primera confederación creada) tenía mucha fuerza y debía debilitarse, y se activó la CTM como un brazo del Gobierno Federal, y de ahí comenzó a tergiversarse el papel de los sindicatos y los líderes sindicales en el país; donde los organismos priorizaban el bien de la empresa y el gobierno por encima del trabajador.
Por ejemplo, en el Sindicato de Luz y Fuerza del Centro llegó a darse el caso de que se tenía un apoyo por fallecimiento de al menos 10 mil pesos, pero el trabajador sólo recibía mil pesos; así llegó el nivel de corruptela y el sindicalismo se convirtió en un asunto sucio y turbio.
Comprendo que la confianza en los organismos sindicales es débil, basta con leer los comentarios en las redes sociales para encontrar con ese repudio al nivel de compararnos con los políticos y partidos, por eso decidimos trabajar por un Nuevo Sindicalismo, donde las y los trabajadores se den cuenta que nosotros velamos por el bienestar de ellos, que lo que nosotros ganamos es transparente, que la actividad sindical para nosotros no es un negocio sino una pasión, nos gusta porque ayudamos a mejorar las condiciones de vida de nuestro entorno.
También nos dedicamos a la re-educación, por así llamarlo, de las empresas para hacerles entender que son como una piñata: entre más le pegues más dulces caen y si le pegas demasiado truenan. Esto significa que del lado del empresario se requiere de un mantenimiento de las fuentes de trabajo, si se pide más productividad se necesita una mayor capacitación.
Realizar un ganar-ganar, de eso se trata este Nuevo Sindicalismo, no de pelear ni mantener un ambiente de conflicto entre trabajador y patrón, sino por el contrario mantener el diálogo civil ante todo para contar con un buen trato apegado a los derechos humanos, las libertades, derechos y obligaciones.
Otro de los punto a destacar, la CROM está abierta a todo aquel que necesite una asesoría, un apoyo laboral, un acercamiento con determinada autoridad para denunciar algún abuso, yo no a otro líder sindical atendiendo a los trabajadores que no son de sus agremiados, aquí en el Nuevo Sindicalismo de la CROM Aguascalientes no discriminamos, porque hay que abrirnos a quien lo necesite porque a mediano y largo plazo, la generación de un gran equipo, permitirá que esta agenda por los derechos humanos, la capacitación profesional constante y la productividad laboral sea un hecho cotidiano en el sindicalismo de nuestro país.