En algún momento de la historia, Indira Gandhi dijo: “la vida es un proceso continuo de ajuste”, implica observar el entorno, discernir entre el amasijo de posturas cuál es la ideal y elegir el lado correcto de la balanza.
Decisiones que conllevan un proceso subjetivo y representan lo que se cree verdadero aun con los matices del medio. Es un «proceso continuo», porque cada cambio conlleva una reconstrucción y la estaticidad no tiene cabida.
Noemí Luna, actual presidenta del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional en Zacatecas, demuestra que es necesario estar dispuesta a cambiar cuando las situaciones lo requieren. Cuando los ideales se interiorizan, aseguran el crecimiento personal, cuando se exteriorizan y confrontan, vaticinan nuevos procesos, posturas y balanzas.
Diplomacia desde varios frentes
Tepechitlán, municipio del sur de Zacatecas, fue testigo del crecimiento personal de la líder que hoy nos atañe. Aun cuando en la familia Luna no se dedicaran profesionalmente a la política, les inspiraba la búsqueda del bien común y apoyo incondicional al prójimo, valores que comulgan con los del Partido Acción Nacional. Siguiendo esta línea de forma progresiva, desde una edad muy temprana, Noemí se apasionó por la política:
“Estoy convencida de que la forma más legítima de ayudar al prójimo, la forma más fácil de servir se encuentra en la política. Me apasiona todo lo que tiene que ver con la praxis de las relaciones de poder y para que se usan, entendiendo el poder como medio de servicio”.
Contraria al proceso común en el ambiente político tradicional, ella optó por aprender la disciplina antes de ejercerla. Fijó una meta desde que cursaba la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública, ser diputada: “me soñaba siendo diputada, teniendo un lugar donde pudiera tomar decisiones en beneficio de las personas”.
Al concluir sus estudios tuvo la oportunidad de poner en práctica sus habilidades coordinando una campaña en su municipio de origen. Si bien, los resultados no fueron los esperados, tomó ese aprendizaje para experiencias futuras. Superado el traspié, fue invitada a integrarse al equipo de José Isabel Trejo, que derivó en su rápida ascensión al Comité Directivo Estatal.
“La política es muy romántica, debido al desprestigio de la actividad en generaciones pasadas. La realidad es que, aunque hagas las cosas bien, la mayoría de la gente relaciona «político» con «corrupto». Es un reto decidir ejercer la profesión que te gusta aun sabiendo que hay un condicionamiento debido al desprestigio.”
A los 26 años ve realizadas sus proyecciones, en 2010 gana la diputación local por el Partido Acción Nacional. Durante los tres años en los que estuvo a cargo influyó directamente en el Marco Legislativo del Estado, siempre poniendo en la mira el buscar las alternativas que beneficiaran por igual a todos los ciudadanos.
La relación «edad-trayectoria» se inclina a su favor. Gracias a su pronta participación en distintos sectores de la vida política y su interacción con grandes figuras del partido, la perfilaron como una fuerte contendiente al puesto de presidenta del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional. Al ganar el suceso se grabó en la historia del partido, es la primera mujer en Zacatecas en obtenerlo y una de las primeras en el país.
“Es importante que se sepa que soy la primer presidenta del Comité Directivo en Zacatecas, además de que fui electa por votación directa de la militancia. A nivel nacional, de 32 presidencias estatales, solo cinco las ocupamos mujeres. Ha sido un reto para nosotras, como se dice: «a las mujeres se nos perdona la mitad y se nos exige el doble», pese a que el partido, desde 1939, propicia la participación de la mujer”
Como dirigente estatal mantiene un plan de acción de cinco ejes que buscan respaldar las exigencias de los ciudadanos. Una de las funciones del Comité Directivo Estatal es ejecutar el plan mediante la coordinación con los alcaldes de los 18 municipios en los que gobierna el partido. Mediante esta relación se busca, sin atentar a la autonomía de las alcaldías, que las políticas públicas sean las adecuadas y busquen el beneficio de sus gobernados.
Voz y visión
La fuerza de las creencias personales impactan en el medio, en la medida en que encuentran aprobación en otras. El PAN tiene una doctrina muy sólida, en Principios de Doctrina del Partido Acción Nacional están las bases sobre las que se finca el proceder de sus militantes. Es un partido de centro-derecha proveniente de las ideas liberales de su fundador, Manuel Gómez Morín, y la integración del “humanismo político solidario”, postulado que comparten con el cristianismo.
Noemí menciona que ha sido afortunada al desenvolverse en un medio en el que sus creencias se ven justificadas. Que se entienda la libertad como eje primordial, anteponiendo la «persona» a una noción abstracta, contribuye en la formación de criterios humanísticos sólidos en los que todos los individuos tienen cabida.
Desde sus inicios, el partido se ha acercado a los ciudadanos con la promesa de garantizar su dignidad y respeto. Para lograrlo, deja de lado las generalidades y reconoce que es indispensable velar por los derechos de todo ser humano, indistintamente de su género, sexo o situación económica:
“En la actualidad tenemos una comisión emanada del Consejo Nacional que se dedicará a erradicar de raíz la discriminación y violencia de género. Es un suceso vanguardista, vamos a ser el único partido político que lo tenga en el país. Queremos un cambio para México, por eso empezamos desde las instituciones, avanzamos en pro de la paridad de género”
De ahí que mantener vigentes los principios del partido es una responsabilidad inherente al asumir un cargo a su nombre. Durante los tres años que Noemí Luna ha sido presidenta, ha demostrado que, aun cuando influir en las percepciones de los demás no sea sencillo, logra esa tarea debido a sus convicciones claras y capacidad de liderazgo:
“Creo que la clave está en la comunicación, ser flexibles. Hay momentos en que soy una líder democrática, escucho las voces y tomo decisiones basadas en la opinión de otro. En otros opto por un liderazgo coercitivo, donde las decisiones son tajantes, pero en el momento oportuno. A mí me gusta escuchar a todas las personas, que los criterios de Acción Nacional no sean unívocos, pero los principios sí. Soy muy estratégica y práctica, tomo las decisiones que requieren en el momento oportuno.”
Compaginar, una fórmula armónica
Noemí siempre se ha pronunciado a favor de la familia, considera que es la primera institución a la que se tiene acceso y, por lo tanto, debe funcionar de forma armónica. Considerando que en la dinámica social se asocian y disocian la imposición de roles y la superación femenina, Noemí permite ver una realidad en la que se asume la esencia de los roles, mas no su obligatoriedad:
“Los roles sociales que se nos impusieron no emanan de la naturaleza de ser mujer, pero tampoco son tan malos. Hay que sentirnos orgullosas de ser femeninas y, con esa esencia, influir en los distintos ámbitos. Se trata de actuar con la individualidad de cada mujer. Nuestras decisiones deben ser respetadas”
Bajo esa premisa se hacen visibles los obstáculos de la realidad actual, donde existe la intención de cambiar aun con factores en contra. Los planos individual y familiar están mediados por la estructura a la que pertenecen, así que trastocar lo establecido implica intervenirla:
“Sobrellevar la vida laboral y familiar es cuestión de equilibrio, aunque casi nunca lo logramos. Creo más que se trata de compaginar ambas áreas. Son necesarias políticas públicas que amplíen los permisos de paternidad y existan facilidades para hacer trabajo desde casa. Mientras no existan medidas, seguirá siendo un juego de equilibrio”
De esta manera Noemí, siendo congruente con el humanismo político que da solidez al PAN, propone un plan de acción. Se buscaría fortalecer las instituciones para poner en funcionamiento su engranaje en colaboración con la ciudadanía. Si la estructura cambia, las personas se adecuan.
Vía de escape
Ya que no solo se vive de trabajo, aunque el poco tiempo libre diga lo contrario, Noemí disfruta de algunas actividades lúdicas. Atribuye su gusto por la charrería y la fiesta a su lugar de origen. Justo porque es en el sur de Zacatecas donde aún aguardan las costumbres provincianas de antaño y el aire festivo:
“Me encanta la charrería, fui escaramuza mucho tiempo. Disfruto mucho de las tradiciones de nuestro hermoso estado, no hay feria de pueblo ni evento público que me pierda, me encanta esa esencia de provincia que todavía impera en Zacatecas.”
Aun cuando las exigencias de su puesto reafirman sus capacidades intelectuales, continúa en el camino de la capacitación constante y progresiva. Noemí utiliza los pequeños momentos para su crecimiento, es fiel seguidora del conocimiento, la cultura y las distintas manifestaciones artísticas:
“Soy estudiosa, hasta la fecha sigo formándome, ahora tomo el Diplomado en Campañas Políticas, también pretendo terminar la maestría. Cada que puedo leo novelas, cuando duermo a los niños o en momentos de viaje. Isabel Allende es mi escritora favorita, porque me gustan las lecturas de ficción con inspiración histórica. Procuro ir a museos, conciertos como los de los jueves de la Banda del Estado y trato de aprovechar todos los eventos culturales que se hacen en Zacatecas”.
