Icono del sitio Líder Empresarial

«No podremos frenar la propagación de COVID-19 pero sí disminuir su intensidad»

Desde aproximadamente una semana, la propagación del coronavirus COVID-19 en México ha observado un ritmo creciente. El 11 de marzo, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, reportó que el país registraba once casos con la enfermedad. Seis días después, la cifra subió a 93 pacientes infectados.  

Sin embargo, el portavoz en México de la pandemia, refirió que el país sigue en el escenario uno, aquel que refiere que los casos son importados, con brotes familiares y transmisión de primera generación. No obstante, López-Gatell enfatizó: las previsiones indican que la epidemia en México podría durar por lo menos 12 semanas. «No será una epidemia corta», advirtió.

El Dr. Manuel Medina Adrián, médico neumólogo, coincide en su postura, al señalar que de momento, todos los casos han sido importados o relacionados con el círculo cercano de la persona contagiada. En esencia, todavía existe trazabilidad de la propagación. 

“Falta ver qué tantos casos se van a expandir de aquí a 15 días, que es más o menos el periodo máximo de incubación del virus. Tendremos que esperar dos semanas a ver qué tanto va a ser el crecimiento exponencial”, señala. 

Empero, el especialista indica que es una tarea compleja estimar la duración del brote epidémico en el país, dado que hay una alta cantidad de variables que pueden entrar en la ecuación; eso sí, manifiesta que si se establece de manera efectiva los mecanismos de aislamiento social, el contagio puede ser mucho menor. 

En este sentido, alude a los ejemplos de Italia y España, los dos países europeos más severamente afectados durante el transcurso de la pandemia: el país transalpino registra 31 mil infectados y 2,500 muertos. La nación ibérica, 11 mil 826 pacientes enfermos y 533 decesos.

“En esos países quisieron adoptar el aislamiento social tarde y peor aún, en Italia, la población hizo caso omiso de las medidas, por lo que ha conducido a que un buen porcentaje de las muertes a nivel mundial, las tengan ellos”, declara. Italia y España contabilizan alrededor del 40% de las muertes registradas a nivel mundial por el coronavirus COVID-19. 

“Creo que la propagación en México no podremos frenarla per sé, sin embargo, podemos disminuir la intensidad con la que se propaga para poder esperar a que llegue la vacuna. De hecho hoy se empezaron a hacer pruebas de vacunas en humanos en Estados Unidos”, externa el Dr. Medina Adrián. 

El establecer las medidas de aislamiento ayudará a evitar que la curva de contagio se intensifique y ponga en situación de riesgo un hipotético colapso del sistema sanitario en México, situación similar a la que se está viviendo en el norte de Italia, región más afectada por el brote del coronavirus COVID-19.

“Quedarnos en casa -en la medida en la que se pueda- es la única manera en que nosotros como ciudadanos podemos ayudar tanto evitando el contagio como una posible propagación”, resalta.

En este sentido, el especialista también exhorta a la población a seguir las medidas de preventivas de contagio que continuamente las autoridades sanitarias emiten: lavado de manos constante, uso de alcohol en gel, evitar contacto físico, establecer una distancia mínima de un metro con otra persona; no acudir a lugares aglomerados, etcétera. 

“El riesgo de mortalidad es bajo para las personas mejores de 40 años; entonces, si los jóvenes lo padecen, hay un riesgo muy alto de que sobrevivan, pero, ¿las personas mayores, como nuestros abuelos, o nuestros padres? Ellos son los vulnerables”, refiere el especialista. 

Un reporte  del Instituto Nacional de Salud de Italia con información hasta el 12 de marzo contabilizó 17,660 infectados y 1,266 muertos en la nación mediterránea. Hasta esa fecha, alrededor del 88% de los fallecidos eran personas mayores de 70 años. 

«Tal vez a los jóvenes no les pase nada, pero insisto, ¿a quién se lo van a pasar ellos? Esa es la cuestión», finaliza el Dr. Medina Adrián. 

Salir de la versión móvil