El 1° de octubre de 2024 quedará grabado en la memoria de los mexicanos como un día histórico. Claudia Sheinbaum, la primera mujer en ser electa presidenta de México, asumió oficialmente el cargo en una ceremonia solemne en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Con su toma de protesta, inicia un nuevo capítulo en la política mexicana, consolidando la cuarta transformación iniciada por su antecesor, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y abriendo camino para un futuro prometedor donde las mujeres ocupan un lugar central en la toma de decisiones.
El inicio de una jornada histórica
Desde temprano, la ciudad de México despertó con un ambiente de expectativa y esperanza.
En las calles, miles de personas mostraban su apoyo a Claudia Sheinbaum, quien estaba a punto de hacer historia como presidenta.
La presidenta electa salió de su hogar, acompañada de su esposo Jesús María Tarriba y su coordinadora de comunicación social, Paulina Silva.
El automóvil gris en el que viajaban reflejaba la sobriedad y sencillez que ha caracterizado a Sheinbaum a lo largo de su carrera política.
El trayecto hacia el Congreso de la Unión, fue un recorrido por una ciudad en calma pero con un aire festivo.
Por las avenidas principales de la capital, el ambiente de júbilo y tranquilidad prevalecía.
No obstante, se presentaron algunas manifestaciones de trabajadores del Poder Judicial en las inmediaciones de San Lázaro.
La llegada de Sheinbaum estaba programada para las 11:00 horas, y cientos de personas aguardaban expectantes su entrada triunfal al recinto legislativo.
La llegada de AMLO y el respaldo popular
Minutos antes de la llegada de la presidenta electa, el expresidente Andrés Manuel López Obrador, portando la banda presidencial, también salió de su casa en Tlalpan acompañado por su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller.
En su recorrido hacia San Lázaro, AMLO fue recibido por multitudes que le mostraron su cariño y admiración.
Al llegar al recinto, fue recibido por vítores y aplausos de cientos de legisladores que coreaban al unísono:
«¡Es un honor estar con Obrador!» y «¡Presidente!»
Dentro del palacio legislativo, López Obrador fue saludado efusivamente por el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, quien lo guió hasta su lugar en el pleno.
Mientras tanto, en el exterior, los invitados y funcionarios que aguardaban el arribo de Claudia Sheinbaum presidenta mantenían la expectativa, conscientes de que estaban presenciando un momento histórico.
La entrada triunfal de Claudia Sheinbaum
A las 11:27 horas, el momento que todos esperaban llegó.
Claudia Sheinbaum arribó al Palacio Legislativo de San Lázaro, recibida por una ola de gritos y aplausos.
Vestida con un elegante traje blanco diseñado por artesanos de Oaxaca, Sheinbaum descendió del automóvil y, de la mano de su esposo, avanzó hacia el pleno.
Al entrar al vestíbulo del palacio, Sheinbaum saludó a las Fuerzas Armadas que la esperaban.
Mientras tanto, en el interior del recinto, Ifigenia Martínez, presidenta de la Cámara de Diputados, solicitaba a todos los presentes ponerse de pie para recibir a la presidenta electa.
La expectación en el salón era palpable, pues Claudia Sheinbaum entró al pleno aclamada con gritos de «¡Presidenta!» y un tumulto de legisladores que se acercaban para felicitarla y tomarse una fotografía con ella.
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La toma de protesta: el momento clave
A las 11:30 horas, Claudia Sheinbaum subió al estrado principal del Congreso y abrazó efusivamente al expresidente AMLO, en un gesto que simbolizaba la continuidad de su legado y la consolidación de la cuarta transformación.
Tras saludar a Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Sheinbaum se dirigió al estrado para rendir protesta como presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
«Honorable Congreso de la Unión, pueblo de México, protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidenta de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión, y si así no lo hiciera, que la nación me lo demande», pronunció.
Al término de su juramento, el recinto estalló en aplausos y gritos:
«¡Es un honor estar con Claudia hoy!» y «¡Viva la Cuarta Transformación!».
En un acto simbólico, el expresidente AMLO entregó la banda presidencial a Ifigenia Martínez, quien a su vez la pasó a una cadete del Colegio Militar para que la colocara sobre el pecho de la nueva presidenta.
El gesto representaba no solo el traspaso del poder, sino también el inicio de una nueva etapa en la historia de México.
El primer mensaje de Claudia Sheinbaum como presidenta
Con la banda presidencial en su lugar, Claudia Sheinbaum dirigió su primer mensaje a la nación.
Ante representantes de 105 países extranjeros e invitados especiales, Sheinbaum agradeció la confianza del pueblo mexicano y destacó la importancia de la transformación que vive el país.
«Hoy comienza una nueva etapa en la historia de México», declaró con emoción.
«Esta no es solo una transformación política, sino una transformación social y cultural que devolverá la dignidad y la libertad a nuestro pueblo.»
En su discurso, Sheinbaum no solo reconoció el trabajo de AMLO, a quien calificó como «uno de los más grandes líderes de la historia moderna de México», sino que también destacó el papel de las mujeres en la vida pública del país.
«Hoy llegamos todas», afirmó Sheinbaum.
«No llego sola a esta presidencia. Este es un triunfo de todas las mujeres que durante siglos fueron invisibles, que lucharon desde el anonimato por los derechos que hoy gozamos. Este es nuestro momento.»
Un llamado a la unidad y el compromiso
Claudia Sheinbaum también hizo un llamado a la unidad con todos los sectores de la sociedad para continuar con la transformación del país.
«Gobernaré para todos y para todas», aseguró. «Mi compromiso es con el bienestar de cada mexicano, sin importar su origen, género o condición social. Tengo la certeza de que juntos, consolidaremos un México próspero, libre, democrático y justo.»
El mensaje de Sheinbaum no solo fue un llamado a la acción, sino también una promesa de continuidad y estabilidad.
«No les voy a defraudar», afirmó con convicción. «El pueblo de México ha depositado en mí su confianza, y yo pondré mi conocimiento, mi fuerza y mi vida al servicio de esta gran nación.»
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El legado de AMLO y el inicio de una nueva era
Al final de su discurso, Sheinbaum rindió homenaje a Andrés Manuel López Obrador, a quien calificó como «el presidente más querido de México».
«AMLO no necesita bustos ni homenajes», dijo Sheinbaum. «Su legado está en el corazón del pueblo mexicano, y su obra será recordada por siempre como el inicio de la cuarta transformación.»
Con este emotivo mensaje, Sheinbaum cerró su discurso entre aplausos y gritos de «¡Que viva la cuarta transformación!» y «¡Que viva México!».
La ceremonia culminó con la entonación del Himno Nacional Mexicano, en una atmósfera cargada de emoción y esperanza.
La salida de AMLO: una despedida llena de cariño
Tras la ceremonia, el expresidente abandonó el Palacio Legislativo acompañado por una comitiva de legisladores y funcionarios.
A su paso, los presentes lo vitoreaban al unísono con el ya conocido «Es un honor estar con Obrador».
Con su salida del recinto, se marca el fin de una era y el comienzo de una nueva, bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum.
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