El triunfo de los candidatos independientes en las pasadas elecciones intermedias en México ha sido visto como resultado de una campaña primordialmente digital a través de redes sociales.
Con campañas austeras y una fuerte actividad en Facebook, Twitter y YouTube, Jaime El Bronco Rodríguez, Pedro Kumamoto y Manuel Clouthier consiguieron la gubernatura de Nuevo León; una diputación local por Zapopan, Jalisco; y una federal por Sinaloa, respectivamente, sin el dinero ni la estructura de un partido político detrás de ellos.
Aunque ciertamente las redes sociales soportaron en buena medida sus actividades de campaña, no fue por ellas que ganaron, considera el especialista en redes sociales y CEO de la agencia especializada CEOS New Media Agency, Alan Ávalos.
“(Los candidatos) no tenían tiempo aire ni en radio ni televisión. En ese sentido, usar las redes no nada más fue una estrategia, sino una necesidad (…) Yo lo veo más como consecuencia de que, uno, ellos no podían utilizar los medios tradicionales; dos, el hartazgo altísimo de la juventud en México sobre temas políticos”, comenta el especialista.
Y es que la población de entre 18 y 25 años de edad en Nuevo León, Culiacán y Zapopan –estado y distritos que representarán los independientes–es entre 30 y 40 por ciento del total de usuarios de Facebook, de acuerdo con estadísticas de esa red social.
Aun así (insiste Ávalos Hernández), las redes por sí mismas, aunque influyeron, no fueron determinantes en el éxito de estos tres candidatos. Acciones aparentemente casuales, pero probablemente premeditadas fueron la clave de su victoria en el mundo virtual y real.
Aquí están cinco de ellas:
1. Salvo El Bronco, Kumamoto y Clouthier tienen perfiles de Facebook no verificados. La verificación cuesta unos 100 000 pesos, señala el cofundador de CEOS, así que prescindir de ella significa que no hicieron ese gasto, pese a su gran número de seguidores.
2. Interactúan con sus seguidores. Saludos, preguntas y críticas de los cibernautas son respondidas por ellos mismos… o al menos desde sus cuentas personales. Eso refleja apertura y tolerancia.
3. Son naturales y espontáneos. Publicar mensajes con faltas de ortografía, usar modismos de su región y palabras altisonantes en entrevistas, discursos y eslóganes los acerca más a los civiles que los típicos discursos políticos.
4. Evitan fotografías de pose. Fotos borrosas, espontáneas, donde aparecen de espaldas o de lado, y acompañados de familiares o colaboradores, o donde de plano ceden el espacio a ciudadanos, caracterizan sus perfiles de Facebook y Twitter.
5. Muestran una imagen sencilla. Las fotos compartidas retratan situaciones cotidianas, rara vez asociadas a un político (comidas en establecimientos modestos, gestos naturales, situaciones casuales).