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No es energía limpia, es nuestra luz interior

Foto: www.imagui.com

Proyectan mover automóvil con Fotosíntesis Humana

El doctor Arturo investigaba por qué las tres principales causas de ceguera son las mismas en todo el mundo desde hace 30 años; sin embargo, algo se interpuso en su camino: el hallazgo, dentro del ser humano, de un proceso de generación de energía eléctrica inagotable.

“Encontré en el ojo humano una sustancia que, en presencia de luz y agua, produce electricidad durante miles de años”, refiere el oftalmólogo Arturo Solís Herrera acerca de la molécula de melanina, la cual le impedía observar el nervio óptico humano en el microscopio.

“La melanina absorbe la energía luminosa y la transforma en energía química. Eso es lo que hace, igual que la clorofila. Es lo mismo en todo el cuerpo”, explica. Por su parecido con el proceso realizado por las plantas para convertir el CO2 en oxígeno, Solís Herrera bautizó su descubrimiento como Fotosíntesis Humana.

Al replicarla en laboratorio, el investigador ha conseguido encender focos LED utilizando solo agua, luz del sol y una pequeña cantidad de dicha molécula, pero sin generar calor. La primera lámpara lleva encendida alrededor de 15 años y otra lleva cerca de 10.

“Si nosotros ya podemos encender luminaria, por primera vez en la historia podemos iluminar el planeta sin calentarlo”, afirma y agrega, “nuestra meta es mover un coche”.

Pero, si la población mexicana es de 122.3 millones de personas y cada una de ellas tiene esta luz interior, ¿cómo es que no estamos iluminando calles, parques y hogares con nuestra propia energía?

Entre otras muchas razones, explica Solís Herrera, porque replicar el proceso a nivel industrial implica fuertes inversiones monetarias. Aunque no da una cifra exacta, el especialista compara el costo de la melanina con el de la vainilla natural: un kilogramo puede costar billones de dólares.

Aunado a ello, existe el obstáculo de que esta puede extraerse, mas no fabricarse, pues ha ocultado su fórmula a todas las pruebas de laboratorio y es la única que expuesta a la luz no entrega información, no emite señal alguna ni refleja nada. La absorbe por completo. Es la sustancia más oscura de la cual se tiene registro y se desconoce de qué está compuesta.

Sin embargo, para Arturo Solís se trata de una inversión que, eventualmente hecha por los gobiernos, permitiría iluminar a la población por miles de años.

También asegura que la fotosíntesis humana “explica el origen de la vida” y, por lo tanto, puede tener la explicación del origen de las enfermedades.

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