La historia de nuestro país está llena de personajes ilustres que fueron parte de la guerra de Independencia y sin los cuales el desenlace no hubiera sido el mismo. Uno de los más destacados es Nicolás Bravo, nacido el 10 de septiembre de 1786 en Chilpancingo.
Fue uno de los caudillos más relevantes de la fracción centralista conservadora y llegó a ocupar la presidencia del país en tres ocasiones, aunque en las tres, el periodo de tiempo fue muy corto.
¿Por qué le llaman el heroe del perdón?
Durante la época de la Independencia, Nicolás Bravo adquirió la reputación de magnánimo y generoso, pues en una ocasión decidió perdonar y liberar a 300 soldados realistas que en agosto de 1812 habían sido encarcelados cerca del puerto de Veracruz.
Bravo tomó la decisión de liberar a los soldados en lugar de fusilarlos para diferenciar la causa de la Independencia de la barbarie virreinal. Muchos autores llamaron a este gesto «la venganza de Bravo».
Nicolás Bravo fue uno de los oficiales que mayor prestigio y victorias brindó a los seguidores de José María Morelos, a quien acompañó desde la toma de Oaxaca hasta la convocatoria del congreso de chilpancingo.
Durante años Bravo defendió la causa de la Independencia y en 1818 fue arrestado en su hacienda en Chilpancingo y permaneció en prisión hasta que en 1820 con motivo de cambio de régimen le llegó el indulto.
Estuvo presente en múltiples defensas, como en la campaña contra los independentistas texanos, la defensa de Puebla, Tabasco, Veracruz y Oaxaca ante la invasión estadounidense en 1846 y en 1847 encabezó la heroica defensa del castillo de Chapultepec.
En 1847 fue acusado por Santa Anna de esconderse y ser un traidor, a lo que Bravo solicitó ser juzgado para salvar su dignidad y honor, invocando el derecho al debido proceso. Tras la ruptura con Santa Anna decidió retirarse a su hacienda en Chilpancingo a inicios de la década de 1850.
El 22 de abril de 1854 falleció en su hacienda casi al mismo tiempo que su esposa Antonia Guevara, nada se pudo comprobar, pero desde entonces corre el rumor de que detrás de su muerte estuvo involucrado Antonio López de Santa Anna, quien supuestamente ordenó su envenenamiento.
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