Por: Lic. Ana Isabel Sarmiento
El día de ayer se llevó a cabo la 91 edición de los premios Oscar 2019, el máximo galardón cinematográfico en Hollywood, en los que “Roma, la película escrita y dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón se llevó tres de las diez nominaciones; mejor fotografía, mejor película extranjera y mejor director. Por su parte “Period. End of Sentence” ganó mejor cortometraje documental, ambas cintas distribuidas por Netflix, el gigante del streaming.
Desde las nominaciones, y ahora las premiaciones de “Roma” han generado polémica en gustos, despertado empatía, rechazo o provocado polémica, siempre reconociendo que su participación ha sido un impulso a la diversidad en la industria.
Sin embargo, de lo que también tenemos que estar hablando es del impacto que estas premiaciones tienen en la industria cinematográfica actual debido al modelo de distribución de esta cinta. “Roma” fue estrenada en Netflix y después exhibida en distintas salas de cine en Estados Unidos y México para cumplir el requisito de postulación al Oscar que la Academia exige.
Netflix obtuvo 15 nominaciones al Oscar 2019, 3 adicionales al año anterior e incluso más que la suma de las nominaciones 2017 y 2018.
A pesar de no haber sido seleccionada como mejor película, los tres premios Oscar de “Roma” y el de “Period. End of Sentence” inclinan la balanza a un cambio drástico en la producción y distribución de contenido cinematográfico, permitiendo que compañías como Amazon, Apple u otras plataformas de streaming puedan competir cada vez con mayor ventaja por participación en una industria donde no competían originalmente.
Mucho del éxito de Netflix es a gracias a su diversificación.
Por una parte, debido a su contenido original ha superando sus mismas expectativas respecto al aumento en número de suscriptores, alcanzando los 139 millones durante enero de este año; además la información que obtiene de cada uno de estos usuarios podría permitirle crear producciones de mayor impacto que el sistema tradicional de rankings de los estudios convencionales.
Así mismo su modelo de negocio se basa en alcance de mercado por suscripciones, no en venta de taquilla.
En promedio los usuarios ven una hora y media de Netflix diario, lo que representa 23 días seguidos de video en un año. Con este grado de influencia Netflix está convirtiendo lo que inicialmente se percibía como competencia en una evolución del modelo tradicional de producción y distribución cinematográfica, factor que arriesga el modelo de negocio de los dichos estudios convencionales, pero que inevitablemente tendrán que tomar en cuenta para adaptarse a un mercado que a causa del streaming se vuelve cada vez más exigente.