“La creación del museo José Guadalupe Posada es el cumplimiento de un viejo anhelo de muchos aguascalentenses admiradores del genial artista que, a principios de siglo con sus limpias manos de artesano y su extraordinaria creatividad plástica, fue pionero denunciatorio de las injusticias sociales y creador y recreador de un mundo alucinante.
Por primera vez, la obra de José Guadalupe Posada podrá reunirse, si no toda, cuando menos en sus más importantes aspectos en un edificio que el Gobierno del Estado acondicionó especialmente para el caso. Este museo será además unidad artística que dependerá de la Casa de la Cultura de Aguascalientes y, por lo tanto, contará con el permanente auxilio técnico del INBA, que ha firmado un convenio con las autoridades estatales, a fin de proveer mantenimiento y futuro desarrollo”.
Estas palabras se leían hace 50 años en uno de los diarios de la época, en el cual se informaba a los aguascalentenses sobre la inauguración y apertura del Museo José Guadalupe Posada. Dicho acontecimiento tuvo lugar el viernes 16 de septiembre de 1972, a las 19:00 horas, siendo entonces gobernador del estado, Francisco Guel Jiménez; Víctor Sandoval, director de la Casa de la Cultura; Luis Echeverría Álvarez, presidente de la República, y Sergio García Jiménez, subsecretario del Patrimonio Nacional.
El acontecimiento no era para nada menor, puesto que se trató del primer museo de arte del estado, explica el actual director, Carlos Castañeda. Agrega que el inmueble, enclavado en el tradicional Barrio de Triana, data de principios del siglo XIX y originalmente fue la casa cural del Templo del Señor del Encino. Derivado de las leyes de desamortización de bienes eclesiásticos, pasó a ser parte del gobierno, por lo que fue utilizado para diversos propósitos hasta ser reconstruido para su inauguración hace cinco décadas.
“Hay que señalar que en la placa conmemorativa que se develó en la inauguración se le puso como nombre Unidad Cultural José Guadalupe Posada. El espacio no nada más tenía las funciones de un museo, sino que también estaba el área educativa con el Taller de Grabado, donde empiezan a dar clases los maestros zacatecanos Juan Manuel de la Rosa e Ismael Guardado.
Entonces no había salas temporales, no se invitaba a artistas, ni se mostraba su trabajo, hasta que estos dos artistas, en las festividades de Día de Muertos, comienzan a exhibir las creaciones de los estudiantes, tocaban música y se maquillaban de calaveras”, refiere.
Entre 1972 y 2008 se hicieron diversas modificaciones al edificio. Sobresalen la remodelación llevada a cabo en 1998 y la ampliación de la sala permanente en 2009. Esta última conllevó la reinauguración el 27 de septiembre de 2010, aunado a que también cambió la dinámica del museo; comenzaron a efectuarse mayor número de exposiciones y a ser invitados más artistas que hoy forman parte de la historia cultural del país —e incluso del mundo—.
“Siendo director el maestro José Luis Quiroz (hoy director del Museo de Aguascalientes), se empiezan a hacer exposiciones temporales, a invitar artistas muy importantes que forman parte de la historia del grabado mexicano, quienes venían a trabajar al taller. Era un proceso muy enriquecedor para el museo y para el visitante.
Eso ha seguido con los años; la sala temporal siempre ha sido testigo de grabadores o de obra gráfica. No exhibimos casi pintura, a no ser que el artista lo quiera o la exposición venga armada así, pero en realidad la vocación del museo es exhibir la gráfica de artistas nacionales e internacionales”, subraya Castañeda.
En la actualidad el museo cuenta con dos espacios de exhibición: la sala permanente, dedicada a la obra del grabador José Guadalupe Posada, y la sala temporal, donde se exhibe el arte impreso contemporáneo. Se complementa con el patio escultórico, la tienda de souvenirs y la cafetería; además, sobresale el taller de grabado y litografía. Inaugurado en 1972, es un área de formación donde se ofrecen cursos ordinarios y de verano, además que promueve a los artistas a través de residencias.
El acervo con que se cuenta es invaluable y ronda las siete mil piezas. Está conformado por varias colecciones, entre las que podemos destacar:
- “Posada, el genio de la estampa”, integrada por placas y estampas de José Guadalupe Posada.
- “Obra Gráfica de Manuel Manilla”, artista contemporáneo y compañero de trabajo de Posada.
- Obras premiadas del Concurso Nacional José Guadalupe Posada (ahora Bienal Internacional de Estampa).
- Donaciones, como las realizadas por importantes artistas como Pablo O’Higgins, Ismael Guardado y Gustavo Monroy.
- Adquisiciones efectuadas por el propio gobierno, así como obras en comodato por parte del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Museo José Guadalupe Posada
Coordinadores:
Ofelia Delgadillo Yáñez (1972)
Elva Marcela Márquez
Carmelita Leal Martínez
Laura Dávila
Carolina Castro y Eva Terán
José Luis Quiroz Frausto (1987-2004)
José Guillermo Saucedo Ruiz (2005-2017)
Carlos Samuel Martínez Castañeda (2017- a la fecha)
Encargados del Taller:
Juan Manuel de la Rosa (1972-1975)
Ismael Guardado
Joaquín Dimayuga
Jesús Torres Kato
Miguel Suazo
Rafael Zepeda
Jesús Ramírez
Moisés Díaz Jiménez (1983-1991)
Andrés Vázquez Gloria
Horacio Manzano (2017-a la fecha)
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Un museo por el que han pasado los grandes
Desde 1982, aproximadamente, en el museo se realizan un promedio de tres exposiciones temporales al año. Gracias a ello, los asiduos visitantes hemos tenido la oportunidad de admirar la obra de grandes artistas como Pablo Picasso, Goya, Antonio Saura, Francisco Toledo, Manuel Felguérez, por mencionar tan sólo algunos de los más consagrados.
Un aspecto clave es que el museo se ha convertido en un importante escaparate para los nuevos creadores. En 1993, fue concebido el Concurso Nacional de Grabado José Guadalupe Posada, con el objetivo de promover, difundir y conservar la gráfica. Dada su importancia, en 2013 cambió de nombre a Bienal Internacional de Estampa José Guadalupe Posada, lo que ha contribuido a la internacionalización del recinto y, de igual modo, ha dado renombre a nuestro estado.
“Ahora el museo abre sus puertas a los grabadores internacionales con la Bienal Internacional de Estampa, que ofrece de los premios más atractivos en cuanto al monto. Además, es un premio de adquisición, esto quiere decir que la pieza pasa a formar parte de la colección del museo y eso también le da prestigio al artista. Así es como el museo ha cumplido su vocación, que ha sido preservar la obra de Posada, difundirla y también promover tanto el grabado como la litografía mediante los talleres”, remarca Carlos Castañeda.
Testigo de gran parte de los cambios sociales de Aguascalientes, al localizarse en uno de los barrios más emblemáticos del centro histórico, el Museo José Guadalupe Posada debe enorgullecernos. Durante cinco décadas, no sólo ha resguardado y difundido la obra de uno de los más grandes creadores, sino que también ha cumplido con la misión que le fue encomendada: apoyar la formación artística y promover la cultura.
“Es un museo vivo que sí te invita y que sí te da sorpresas. Cada que vengas a la sala permanente te vas a encontrar con obra que no has visto. Esa es la importancia de un museo: preservar y difundir la obra de los artistas, en este caso, del grabado”, destaca Castañeda.
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