Jimena Palacios y Yoliztli Ramos/Líder Empresarial
Dos proyectos que ayudan a empoderar
La brecha de género atraviesa todos los sectores del país. Y aunque es una realidad que las mujeres en México (y en el resto del mundo) viven las consecuencias de un sistema que va cambiando de a poco; los salarios, puestos y profesiones todavía están controlados de manera diferenciada.
La distancia aún es amplia y se debe trabajar más para cerrarla. Esfuerzos como la Semana Nacional del Emprendedor, realizada del 11 al 15 de septiembre, dejan constancia de que muchas personas están trabajando por impulsar perfiles femeninos de éxito.
Una pequeña área de esa reunión masiva estuvo dedicada a propuestas de emprendedoras que han trabajado para destacar en un mercado prácticamente dominado por hombres. Líder Empresarial platicó con las creadoras de dos proyectos que tienen como objetivo la formación de otras mujeres.
Epic Queen
El sector científico y tecnológico está dominado por hombres. Para probarlo, sólo se necesita saber que los varones ocupan el 97 por ciento de los puestos de liderazgo. Las mujeres figuran poco en este ámbito, uno de los que más ha crecido en los últimos años y del cual se desprende la mayor parte de los trabajos del futuro.
Con esta realidad en mente, nació Epic Queen, un proyecto cuyo objetivo es cerrar la brecha de género en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Su estrategia para lograrlo es acercar a las niñas a este sector y demostrarles todo lo que pueden lograr en él: desde programación hasta desarrollo de robots.
“Empezamos como una comunidad de mujeres que quería acercar a otras a la tecnología; pero poco a poco nos dimos cuenta de que debíamos ayudar a quienes más afecta este problema: las niñas”, dice Ana Karen Ramírez, cofundadora de Epic Queen.
“Las niñas pierden el interés en la ciencia y la tecnología alrededor de los 13 y 15 años. Ser nerd no es cool y en esta sociedad tienes que seguir un statu quo”, explica Ana Karen.
Un día hicieron una especie de fiesta tecnológica para niñas, les enseñaron código y programación, y se dieron cuenta de que ese era el punto que debían atacar. Así fue como idearon su programa Code Party. En él, enseñan a niñas de entre 6 y 12 años que además de consumir tecnología, pueden crearla. Incluso, algunas de sus alumnas se han interesado en construir robots.
Otro de sus programas es Epic Queen Chapter, un evento que reúne entre 50 y 100 personas cada mes para aprender de un tema específico. Invitan a tres mujeres líderes en el sector tecnológico para que se conviertan en modelos a seguir y ayuden a otras mujeres a empoderarse.
Uno de los aspectos más interesantes del proyecto es que puede replicarse. El equipo de Epic Queen creó un manual para que otras mujeres implementen los programas en sus comunidades. De acuerdo con su página web, están presentes en 40 ciudades distribuidas en 10 países. El interés por acercar a las niñas a la ciencia ha hecho que su crecimiento sea muy orgánico, asegura Ana Karen.
En un futuro, las creadoras de Epic Queen esperan tener una escuela en la cual las niñas puedan elegir las clases que quieran tomar, ya sea programación, robótica, matemáticas, diseño web y muchas otras.
Srita. Confeti
Liza Durón es la mente detrás de Srita. Confeti, un proyecto que ofrece talleres y herramientas a mujeres que sufren de alguna inseguridad. Todo inició cuando su creadora se dio cuenta, gracias a su carrera en dirección de empresas, que la mayoría de los postulantes a un puesto directivo son hombres.
“Me molestaba y me llamaba mucho la atención (…) cuando entrevistaba a mujeres, te contestaban: <<es que yo no soy tan buena>>, y comencé a preguntarme por qué había tanta deficiencia y qué podría hacer para tener un equipo de mujeres competente”, comenta Liza.
Al percatarse de que muchos puestos directivos son ocupados por hombres, comenzó a analizar la situación e indagó sobre las razones que llevan a las mujeres a no participar en el sector. Su experiencia concuerda con la realidad: según la OCDE, las mujeres en México ocupan menos de 10 por ciento de los puestos en consejos administrativos. Además, las mexicanas ganan 16.7 por ciento menos en promedio que los hombres.
Esto se debe, en gran parte, a las interrupciones en la carrera profesional de las mujeres; la segregación ocupacional y sectorial en trabajos informales mal pagados; los efectos de las barreras laborales; diferencias en horas laborales remuneradas o no remuneradas, y la discriminación en la contratación y los ascensos.
Sin embargo, Liza también lo atribuye a la inseguridad: “La mayoría son porque no saben organizar bien sus tiempos y tienen muchas inseguridades a las que no querían dar solución. La gente dice: <<no puedo tener un cargo de líder porque salgo a las 11 de la noche y tengo familia>>. Aunado a esto, hay empresas que no ayudan”, menciona.
Ante esta problemática, Liza pensó en una solución y fue así como nació Srita. Confeti, un juego de palabras que, entre otras cosas, significa “confía en ti”. Los cursos y talleres que realiza en ocasiones son solicitados por las compañías con el fin de sacar el mejor potencial de las mujeres.
“Las empresas nos contratan y mientras nosotros les ayudamos con capacitación al área de mujeres para que vayan por más roles de liderazgo, ellos se comprometen a darles las prestaciones debidas y necesarias para que puedan tener ese beneficio”, cuenta.
Para Liza, las mujeres deben conocerse antes de comenzar a liderar. Una vez que aprendan sobre sí mismas, podrán tomar el mundo. “Una vez que sepan qué quieren, deben hacerlo sin esperar tiempos perfectos. Hay que trabajar”.
La emprendedora comenta que actualmente laboran diez personas con ella y espera abrir nuevos centros integrales, tanto en México como en Latinoamérica, en los que pueda ofrecer espacios para la educación, desarrollo profesional e incluso asesorías de salud.