Con una clara perspectiva sobre las condiciones en las que se encuentra el país, Geovanna Bañuelos de la Torre tiene la firme convicción de servir a México para que se logre un cambio en el que la justicia sea para todos, y uno en el que impere la igualdad, mitigando la marginación. A partir de su posición dentro de la función política como coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo en el Senado de la República y a partir de otros en los que ha fungido, ha buscado siempre mejorar las condiciones de vida de los mexicanos.
Para hacer que los ideales se tornen una realidad concreta, ha contribuido al impulso e iniciativa de leyes que mejoren las condiciones de vida de los ciudadanos y, dentro de esa misma línea, se mantienen las metas que tiene como funcionaria, a través de un trabajo continuo que abone al país. “Independientemente de cual sea mi futuro, sé que mi vocación estará en aportar para mi tierra, para mi país, desde cualquier trinchera”, menciona.
Desde su posición indica que para que se pueda dar un desarrollo económico óptimo en el estado debe existir una estrecha colaboración entre el gobierno y el sector empresarial, que, a nivel federal, es tangible, según indica. A partir de reformas que se impulsen desde el Senado de la República, en busca de inclusión y justicia laboral, en donde se tome en cuenta tanto a trabajadores como empresarios, burócratas, académicos y mujeres, se pueden mejorar las condiciones económicas y al mismo tiempo las sociales y políticas.
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Geovanna Bañuelos menciona que las estrategias para que se dé una cooperación entre gobierno y el sector privado, es crear un vínculo permanente que sirva para el diseño e implementación de políticas públicas. “Hoy no se gobierna de manera aislada. Se gobierna de manera incluyente”. Al darles voto y voz en la ejecución de nuevas políticas públicas, se brinda dinamismo y un factor de cambio, pero no sólo integrando al sector privado, si no también al académico, el obrero, agropecuario y femenino.
De este mismo modo deben plantearse y generarse convenios más efectivos que puedan impulsar todas las áreas de potencial para detonar el desarrollo económico y social del país, menciona, sin embargo, mientras no se tomen en cuenta a otros sectores de la población, como las mujeres y los jóvenes, estas áreas de impulso no se podrán aprovechar.
“Las mexicanas seguimos estando marginadas y relegadas en la política, la sociedad y la cultura. Sin embargo, estas manifestaciones son el inevitable camino a la transformación del empoderamiento femenino que ya es palpable. Y como ejemplo, por primera vez, se considera la paridad en las candidaturas para las gubernaturas.¡Histórico!”