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Montserrat Fregoso: Una Estudiante del Tec en las Filas de la ONU

Aquel día  pudo ser como cualquier otro para Montserrat Fregoso Fonseca  pero no lo fue. Hace seis años, en la American School of Tampico, un profesor les presentó a ella y sus compañeros el caso de una adolescente pakistaní que defendía a ultranza el derecho a la educación de todas las niñas de su país,  cercenado por el régimen extremista Tehrik e Talibán Pakistán. Se trataba de Malala Yousafzai, cuya situación y lucha causó una honda impresión en aquella chica tamaulipeca:

A partir de ahí, Montserrat decidió que desde el lugar en el que estuviera, su esfuerzo se centraría en lograr un impacto en las personas. Su vocación, alimentada con el paso del tiempo, la ha guiado a emprender proyectos sociales en beneficio de los niños y la equidad de género principalmente, llevándola a participar en la ONU como panelista y traductora;ser ‘apadrinada’ por The Grail, un movimiento internacional de la mujer;  así como encabezar «We Stand For Change», una fundación ligada a las Naciones Unidas y a la organización «He For She», de la cual la actriz Emma Watson es la cara más visible. Ésta es su historia.

 

A raíz de la inseguridad en Tamaulipas, Montserrat y su familia se mudaron a Aguascalientes. Ella ingresó el Tecnológico de Monterrey. En quinto semestre de preparatoria, se programó un viaje a Nueva York, en el que se visitaría el Cuartel General de las Naciones Unidas. Logró financiar el viaje gracias al patrocinio de Nissan, Financiera Expresión, entre otras empresas. También destinó el Premio Municipal de la Juventud que recibió en 2015, todo para cumplir su sueño.

En el viaje conoció a Lisa Petro, miembra de la organización The Grail y fundadora de la asociación Know My World. «Le platiqué mi historia, mis razones por las cuales quería ir a las Naciones Unidas y me dijo ‘algún día te voy a traer’. Pero es algo que no sabes si creer o no. Durante todo ese año me estuvo ayudando a prepararme, para poder dar conferencias, talleres, capacitaciones», recuerda emocionada.

Regresando de Nueva York,  Monserrat impartió una conferencia internacional a través de Global Educational Conference; ofreció una charla sobre equidad de género en el Bosques International School; dio un taller para una comunidad marginada en Villa García, Zacatecas…Pero tal vez el proyecto realizado más importante, menciona la embajadora de su Universidad, fue la celebración del Día Internacional de la Niña en un orfanato de Aguascalientes:

Hicimos un taller de motivación y liderazgo dirigido a las niñas. Cuando le das un espacio para que se desarrollen y para que crean en sí mismas, ves el cambio de manera radical. La primera actividad que hicimos fue preguntarles en qué eran buenas y no sabían ni qué decirnos. Se quedaron calladas, muy tímidas. Otra actividad consistió en se pusieran una hoja en la espalda para que las niñas escribieran cosas positivas que vieron en las demás. Sus caras se iluminaron de alegría cuando leyeron lo que sus compañeras les habían escrito. Solo les pusimos un espacio para que descubrieran en qué eran buenas. Ahí es donde me percaté de qué es lo que quiero hacer el resto de mi vida: ayudar a que los niños y niñas se den cuenta de que pueden lograr todo lo que se propongan.

Derivado de sus proyectos, Montserrat fue invitada por la ONG «The Grail» a participar como expositora en el evento  «Women’s Economic Empowerment in The Changing Wolrd of Work», de la Comisión de Estatus de la Mujer de la ONU: «Intervine en el panel «Poverty Ends With Us- Agenda 2030″, porque se supone que para ese año se deben alcanzar estos objetivos de desarrollo sostenible. Todos los proyectos que hice el año pasado iban enfocados a terminar la pobreza: mediante educación, mediante libros, haciendo conferencias. Eso intenté hacer.».

En el mismo evento, se desempeñó como traductora de una mujer indígena mexicana, traduciendo del español al inglés. Eso le valió una invitación a una sesión de las Naciones Unidas en Portugal, realizada en julio. Ahí tradujo del francés, inglés y portugués al español, y del español y portugués al inglés.

«We Stand For Change», generar impacto global

A su regreso, Montserrat sintió la necesidad de crear algo más grande, algo más formal; originar un proyecto con el que sus compañeros pudieran identificarse. Así nació la organización «We Stand for Change», la cual está conformada por cuatro equipos: desigualdad, pobreza, cambio climático y el cuarto, que trabaja con la fundación He For She. Pero ella reconoce que se centrará principalmente en la equidad de género y la educación de calidad para todos los niños.

Sobre el primer rubro dice: «Estaremos colaborando con diversas organizaciones, como International Day of The Girl Summit, Rebel Girls, The Grail para alcanzar los objetivos planteados». Sobre el segundo,  la alumna  de apenas 20 años de edad,  comenta que su propósito es que no quiere que ningún niño carezca de  la posiblidad  de estudiar. Por ello,  planea contactar con la fundación de Malala para colaborar en la construcción de una escuela que ofrezca educación de calidad durante 12 años a niñas del país que que vean negado su derecho a la educación.

«Sé que no es un proceso lineal, que tomará tiempo, que podrá haber obstáculos…Pero yo tengo muy clara la visión y misión de We Stand For Change. Mi aliento va más alla de algo cortoplacista, temporal, es una motivación para toda la vida».

Actualmente, We Stand For Change está conformada por 75 integrantes, entre estudiantes y profesores del TEC. Pero señala que cuentan con el apoyo y capacitación de delegados de 27 países, así como el  de diversas organizaciones como The Grail, Know My World, SDG ChangeMakers, entre otros. Además, destaca la mentoría de Elizabeth  Nyamayaro, una de las mentes maestras detrás de He For She.

Para la joven, los planes no se quedan ahí. En enero próximo, volverá a visitar la sede de la ONU en Nueva York «pero ahora ahora asisto como organizadora de la Comisión del Estatus de la Mujer. Entre mis tareas, contactaré a las niñas que irán como panelistas».

Monserrat asegura que no quiere reflectores, que no busca que su nombre salga a la palestra. Su única intención es compartir todo sus experiencias y ponerlas a disposición de los demás, para lograr los objetivos marcados: «He absorbido todo lo que me han enseñado para poder transmitirlo a la gente que me rodea. No tendría sentido que todo lo que he aprendido me lo quedara  solo para mí, sería como si no hubiera ido. Tengo que transmitírselo a los demás, tengo que contagiarlo».

 

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