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Mitos y realidades de las empresas familiares

Rodrigo Hernández Oneto

Mitos y realidades de empresas familiares

El maestro en Derecho Rodrigo Hernández Oneto explica los mitos y realidades de las empresas familiares a partir de las expresiones e ideas más comunes dentro de estos organisnos,

Por: M. en D. Rodrigo Hernández Oneto

MITOSREALIDADES
En materia de cambio de estafeta generacional, debo dejar a cargo a un familiar.La realidad es que existen cambios generacionales frustrados, debido a la carencia de vocación empresarial, la falta de interés o la poca pericia de los familiares. 
Muchos suelen asumir por compromiso familiar, sin deberla ni temerla (y mucho menos quererla), la directriz de la familia. 
Esta decisión no sólo afecta al empresario que sale al quite generacional, sino que termina por afectar, y gravemente, a la empresa —hasta el punto de que muchas han tenido que cerrar operaciones—.
Todo es de todos.Utilizar los bienes muebles, inmuebles, tangibles e intangibles de la empresa para cuestiones familiares, sin limitación alguna, propicia desgastes innecesarios de maquinaria, equipo, vehículos, falta de orden en inventarios, pérdidas, etc.
Todos los errores que nos pasan son por ser empresa familiar.El problema real es que queremos tratarnos en la empresa como si fuéramos familia. El amor en la familia no se mide; la productividad en la empresa, sí.
En la empresa, la máxima autoridad debe ser el papá o la mamá.No siempre debe ser quien encabece la familia el que dirija las riendas de la empresa. Debe tratarse de la mejor persona para el mejor puesto.
Los recursos de la empresa también son los recursos de la familia.En nuestro país, lamentablemente, en cuanto las empresas micro, pequeñas y medianas empiezan a ser rentables, los empresarios tendemos a “ordeñar” el dinero de la empresa y aplicarlo en cuestiones estrictamente familiares. En vez de llevar a cabo esta práctica, se debe dejar un gran porcentaje de la utilidad para reinvertirlo en la misma organización.
Todos ayudan a todo. “Nadie es más que nadie en la empresa”.Es muy común que, al ser una empresa familiar, se tienda a no querer “herir sentimientos”.
Por ello, muchas veces establecemos que todos somos iguales en la empresa y todos ganamos lo mismo. 
Este es un grave error. Es necesario que cada quien ejerza una función definida para medir desempeño, encontrar áreas de oportunidad y focalizar debidamente los esfuerzos. 
Las funciones deben asignarse conforme a las necesidades de la empresa, tomando en cuenta las aptitudes y competencias de cada integrante.
La familia no se equivoca en la empresa. No se deben reconocer los errores, porque eso nos debilita ante los trabajadores, los clientes y los proveedores.Si bien es cierto que no se debe hacer alarde de los errores al exterior de la empresa, sí es necesario que todos y cada uno los miembros de la organización aprendan de sus errores.
Se les debe hacer saber en el momento oportuno y encaminarlos hacia el deber ser empresarial. 
Mi hijo/hija mayor es quien debe ocupar mi puesto.No siempre la o el primogénito son los candidatos ideales para liderar la empresa.
Las decisiones empresariales no pueden basarse en un reloj biológico de nacimiento, sino en aptitudes y vocación.
En la empresa, todos los de la familia mandan y deben ser jefes.Traducción: hay muchos generales y pocos soldados. 
No sólo en la empresa, sino también en la familia, siempre debe existir un equilibrio y una cadena de mando. Esta última debe basarse en las aptitudes, la trayectoria y la experiencia de cada uno de los integrantes de ese núcleo empresarial o familiar.
Todos mis familiares deben ser contratados.Crear puestos innecesarios e improductivos dentro de la empresa, sólo por “apoyar a un familiar”, acaba con la rentabilidad y genera un ambiente de trabajo hostil entre trabajadores y familiares. 
“Como a mi abuelo le va bien, él tiene la obligación de darme chamba”, dicen algunos. 
Lamentablemente, estas actitudes suman poco a la rentabilidad de las empresas.

M. EN D. Rodrigo Hernández Oneto. Licenciado y Maestro en Derecho. Consejero de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y socio de la prestigiosa firma legal AUREN. Consejero de Organizaciones No Gubernamentales, aceleradoras, así como otras instituciones empresariales. Conferencista y catedrático en distintas universidades del centro del país.

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