Una oportunidad para revolucionar la industria en Aguascalientes ha comenzado a gestarse. Un grupo de 15 estudiantes de la Universidad Panamericana, campus Bonaterra, ha iniciado un proyecto de desarrollo de tecnología aeroespacial junto con el Massachusetts Institute of Technology (MIT), lo que promete ser el preámbulo para el surgimiento de la industria de la innovación tecnológica en la entidad.
La iniciativa comenzó a formarse desde hace dos años, cuando ambas instituciones firmaron un convenio de colaboración en desarrollo tecnológico. A partir de la alianza, el MIT generó un proyecto para el sector aeroespacial en el que invitó a estudiantes y profesores de la Universidad Panamericana a construir un satélite de aplicación científica, el cual podría ser pionero en su área.
Esta “Misión Espacial” está planeada para avanzar en el conocimiento tecnológico y científico del campo espacial y de comunicaciones. En ella, los hidrocálidos implementarán conceptos de navegación, propulsión, energía solar y estructuras espaciales. El diseño, construcción, lanzamiento y operación durará dos años.
El equipo de trabajo está integrado por especialistas en las áreas de Mecatrónica, Electrónica y Sistemas Digitales, Inteligencia Artificial, Tecnología Energética, Administración y Negocios Internacionales, Derecho y Pedagogía. En entrevista con Líder Empresarial, estos jóvenes emprendedores detallan más sobre este proyecto de impacto internacional.
Talento local capacitado por las “grandes ligas”
Ocho meses antes de comenzar con este programa, una comitiva de la Universidad Panamericana viajó a Boston para conocer a Paulo Lozano, director del Laboratorio de Tecnologías de Propulsión y Aeroespacial del MIT. En su primer acercamiento, el especialista solicitó a la institución educativa formar un grupo con miembros especializados en diferentes áreas, que supieran trabajar en equipo.
Fue aquí cuando Ana Fernanda Navarro, estudiante hidrocálida de la Licenciatura en Pedagogía, comenzó con la “caza de talentos”. “Se necesitaban personas que pudieran operar el proyecto, así como quienes se encargaran del tema legal y también de la forma en la que nuestra idea podría venderse. Por seis meses, fuimos conformando el equipo y encontramos a los líderes”, explica.
De esta forma fue como Luis Correa, Santiago Sánchez, Bernardo Muñoz, Fernando Dávalos, Damián Gabino, Santiago Sánchez, José Valente, Sebastián Franco y Bernardo Calabrese se integraron a otros compañeros suyos como líderes de un grupo que viajaría a Boston para capacitarse durante una semana con especialistas del MIT. En el taller, los jóvenes aguascalentenses aprendieron técnicas sobre tecnología de propulsión y desarrollo de tecnología para satélites, conocimientos prácticamente desconocidos en México.
Juan Carlos García Sánchez, director de la Facultad de Ingenierías en la Universidad Panamericana y asesor de la “Misión Espacial”, explica que aquella travesía fue un proceso bastante complejo: “Fue una semana muy agitada para los muchachos. Clases de 8 a 5 y el resto del día lo pasaban terminando sus tareas. Era un ritmo demasiado acelerado”.
No obstante, aquel escenario fue ideal para que los alumnos demostraran su capacidad ante el mundo, una meta que lograron y con la cual dieron mucho de qué hablar: “En sólo una semana entregamos proyectos de la talla de estudiantes de masters en el MIT, lo cual fue bien reconocido por los miembros de la institución. El trabajo en equipo y comunicación entre los sistemas fue clave para asegurar que todos se dirigieran hacia el mismo lugar”, refieren representantes del grupo.
Un proyecto que requiere de todo un país
Con apenas algunas semanas de haber vuelto de aquel viaje, el equipo espacial hidrocálido se dedicará a diseñar un reporte ingenieril y otro ejecutivo para integrarlos a una visión compartida con el MIT. Para lograrlo, tendrán que volver a Boston para reunirse con especialistas y así, continuar alimentando sus conocimientos sobre el desarrollo de tecnología aeroespacial mexicana con el sello aguascalentense.
Los jóvenes emprendedores de la Universidad Panamericana han tramitado cartas consulares para solicitar el apoyo de organismos como la Agencia Espacial Mexicana, Conacyt, Gobierno federal, Gobierno estatal, entre otros, ya que efectuar un proyecto de tal categoría requiere de un fuerte capital.
Esta invención podría ser clave para el proceso de diversificación que busca la actividad económica a nivel local y para poder dar el salto de la manufactura a la mentefactura, lo cual sería un parteaguas para la industria del conocimiento no sólo en Aguascalientes, sino también en el resto del país.