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Misión Colibrí: el mandato que convoca hacia la órbita espacial

La carrera por el conocimiento y el dominio del espacio ha confrontado a agentes de diversas potencias mundiales (estadounidenses, rusas, chinas, indias, entre otras). No debe sorprender, sin embargo, que la Región Centro-Bajío-Occidente haya decidido entrar a este sector tan actual para proponer estrategias y soluciones.

En ese tenor, en una colaboración de la Universidad Panamericana (campus Aguascalientes y campus Ciudad de México), el Massachusetts Institute of Technology (MIT), la National Aeronautics and Space Administration (NASA) y la Agencia Espacial Mexicana (AEM), nació en 2018 Misión Colibrí, para afrontar el problema de la basura aeroespacial. 

Este conjunto de objetos, que ya no tiene utilidad y que permanece en la órbita baja de la Tierra, se ha revelado como un reto acuciante hacia el conocimiento del universo.

“La Estación Espacial Internacional, que se mueve en esta órbita baja, ha tenido ya que modificar su trayectoria para evitar la colisión con la basura espacial. Es un tema muy importante, cara al desarrollo científico y a la industria de recolectores de basura espacial”, declaró el maestro Juan Carlos García, director de la Escuela de Ingeniería de la UP Campus Aguascalientes.

En esta comunidad interdisciplinaria colaboran más de cincuenta alumnos de ingenierías como Mecánica, Mecatrónica, Bioelectrónica, Innovación y Diseño, Inteligencia Artificial en Aguascalientes, así como de Sistemas  y Tecnologías de Información en el campus de la capital mexicana.

También, se suman colaboradores provenientes de Derecho, Pedagogía o Ciencias Empresariales. La envergadura del proyecto ha requerido incorporar a diversos investigadores; su importancia ha sido tal que muchos egresados de posgrado han decidido permanecer en el equipo luego de haber concluido sus estudios.

Por lo anterior, con el objetivo de medir la densidad de la orbita espacial baja es que se encuentra en desarrollo un nanosatélite de tres unidades de rack.

“Este nos permitirá realizar censos de basura espacial, así como obtener información meteorológica de censado especializado de lo que sucede en esta órbita”, comentó.

A la fecha, los colaboradores de Misión Colibrí han publicado diversos artículos científicos en revistas indexadas y arbitradas a nivel mundial, han aparecido en noticieros regionales y nacionales, así como recolectado fondos en campañas de fundraising.

A la fecha, la iniciativa ha creado una sinergia imprescindible entre los centros educativos, el sector público y el privado. Hacia el posicionamiento de los órganos empresariales mexicanos en la industria aeroespecial, el nanosatélite continúa convocando a la colaboración empresarial:

“Un proyecto de esta envergadura requiere de componentes altamente especializados, quizás algunos hasta de grado militar; componentes, sensores y desarrollo de tecnología con la que no cuenta el país. Hemos tenido que solicitar apoyo de ingenieros especializados de la NASA en el tema de nanotecnologías”.

Así, con el siguiente paso en mente -la construcción del prototipo-, este proyecto único anuncia un futuro prometedor (y, sobre todo, necesario) para el desarrollo de la tecnología y la innovación en el país.
“El desarrollo de esta tecnología nos permitirá dar un paso en la consolidación en la Región y Aguascalientes de la industria aeroespecial, con un proyecto consolidado y serio que pretendemos lanzar en 2023”, concluye.

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