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Mirar a lo alto, la filosofía multigeneracional de Heliservicios Internacionales

El helicóptero fue un descubrimiento que marcó un antes y después para la industria aeronáutica y que también representó un paso importante en la innovación del transporte global. La versión que conocemos llegó a mediados de 1946, cuando se creó el Bell 47, primer modelo autorizado para uso civil, producido en Estados Unidos.

En aquel entonces, muchas naciones trataron de incorporar los helicópteros a su sistema de aviación, no obstante, pocas tenían el conocimiento sobre cómo utilizarlos. Hasta que en la década de los 70’s, uno de los instructores más reconocidos en Latinoamérica, el capitán colombiano Guillermo Ortega Acero, fue de los primeros pilotos en la región -el número diez para ser exactos- y se encargó de adoctrinar a muchos pilotos en el manejo de estas aeronaves.

El Capitán Ortega Acero fue uno de los primeros pilotos de la empresa Petroleum Helicopters, una de las firmas con más tradición en la industria, creada en 1949 en Luisiana, Estados Unidos. Fungió como director de operaciones en América Latina y adiestró a fuerzas aéreas, empresas y gobiernos, pero también trasladó su conocimiento a quien le ayudó a convertir su apellido en una referencia de la aeroindustria: su hijo, Carlos Ortega Garza.

Desde los 17 años, Carlos se enamoró por el pilotaje de helicópteros acompañando a su padre a las prácticas que ejercía en Colombia, una de las principales naciones que requerían de sus servicios. De esa manera, se fue perfilando como uno de los pilotos más promisorios de la región, especializándose en diferentes servicios, principalmente en el de la fumigación:

“Fuimos de los primeros en incurrir en la fumigación de amplios sembradíos con la compañía United Fruit Company como cliente. Protegíamos las cosechas de banano de un hongo llamado “sigatoka”; de ahí empezó mi gusto por la aviación y por dedicarme a ello durante toda mi vida”, refiere el empresario potosino a Líder Empresarial.

Carlos hizo sus pininos en el pilotaje desde 1976, por lo que han pasado más de 40 años desde ese primer contacto, periodo en el que se convirtió en capitán y decidió emprender su propia compañía, “Heliservicios Internacionales”, una empresa familiar que lleva tres generaciones operando bajo una sola filosofía: la excelencia en los servicios aéreos.

Orgullo potosino

En 1993, San Luis Potosí se convirtió en el lugar que vio nacer una idea de negocios creada como consecuencia de un talento inigualable por los cielos: “Estamos en el centro de todo, lo cual nos facilita la cuestión logística. Es nuestra casa, nuestro estado”, menciona Ortega Garza.

Desde esta entidad del Bajío mexicano, Heliservicios Internacionales ha traspasado fronteras brindando su atención a todo el territorio nacional, con fuerte presencia en los estados del norte como Nuevo León, Coahuila, Sonora, Sinaloa , Chihuahua y Durango, así como a nivel internacional en países como Estados Unidos, Colombia , Costa Rica, Chile, Perú y Nicaragua, por decir algunos.

La innovación de la firma ha sido uno de sus principales diferenciadores, pues cuentan con tecnología apta para proyectos estratégicos de compañías de renombre: “Hemos instalado sistemas de Aires Acondicionados y Chimeneas para Hornos de entre 3 y 8 toneladas en armadoras automotrices, industrias de materiales para construcción y hemos sido contratados por las constructoras más grandes del país”, menciona Ortega Garza.

En conjunto con su hijo, Carlos Ortega Baez, Heliservicios Internacionales se ha posicionado como la firma más especializada de la industria en la región, fungiendo no solo como un soporte más allá del transporte, sino otorgando soluciones para empresas, gobiernos e instituciones.

Son alrededor de 20 personas quienes conforman la empresa, todas con certificaciones que avalan su capacidad para los retos de este sector en el que la precisión y la exactitud son una máxima:

“En esta industria no hay errores, pues cualquier falla puede lamentablemente costar una vida humana. Para nosotros no hay más que la excelencia y justo eso ha sido lo que nos ha diferenciado del resto de las empresas; estamos listos para ofrecer servicios especializados para los sectores más exigentes”, subraya Carlos Ortega Báez.

Un mercado poco común

Usualmente el uso de los helicópteros se asocia con el transporte y la movilidad; sin embargo, Heliservicios Internacionales ha sabido desarrollar e implementar el uso de estas aeronaves hacia una amplia gama de sectores como la Construcción, Minería, Forestal y el sector Productor de Energías Limpias, entre algunos otros.

Sin embargo, muchas veces se desconoce el impacto que tienen estos servicios para optimizar procesos que comúnmente son más tardados: “En México se conoce poco. Se piensa que es un trabajo costoso, pero realmente el ahorro es significativo ya que se reducen los tiempos y se optimiza el trabajo», reconoce Ortega Baez.

Entre algunos de los proyectos estratégicos que señala han tenido en los últimos años se incluyen:

Servicios especializados:

Con estos y más proyectos en su catálogo, Heliservicios Internacionales es una empresa que ni la pandemia ha frenado. De la mano con la creciente actividad agroalimentaria, estos últimos meses han representado una oportunidad importante para su posicionamiento en el sector. De cara a los próximos años, su visión se mantiene en un mismo foco, el de seguir innovando con soluciones disruptivas:

“Estamos trabajando en traer el primer helicóptero pesado, civil, y con esto tener la capacidad de realizar proyectos de mayor volumen en el país y ponernos a la altura de cualquier otra empresa del mundo. Queremos traer helicópteros más grandes para trabajar en proyectos de mayor escala, hacer mejores infraestructuras y empezar a dar a conocer a los empresarios que una marca mexicana es la opción más efectiva”, reflexiona Ortega Garza.

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