En la actualidad, la salud mental se posiciona como un tema crucial en los entornos laborales, no solo por su impacto directo en el bienestar de los empleados, sino también por los beneficios que aporta a las organizaciones, como el aumento de la productividad, la mejora del desempeño y un clima laboral más saludable.
Fomentar la salud mental en el trabajo es una responsabilidad compartida: los colaboradores deben priorizar su autocuidado, mientras que las empresas tienen el compromiso de ofrecer recursos, estrategias y un entorno que favorezca el equilibrio emocional.
Con el objetivo de proporcionar herramientas y generar conciencia sobre este tema, Líder Empresarial organizó el webinar “Mindset 2025: Salud Integral en las Empresas”. Este espacio reunió a expertos para dialogar sobre temas fundamentales para las empresas modernas, como el manejo del estrés, el compromiso laboral y, por supuesto, el papel central de la salud mental.
La salud mental en las empresas: Una prioridad estratégica

En el marco del webinar, Candy Bravo, Delivery Center HR Head de Capgemini, compartió reflexiones cruciales sobre el papel de la salud mental en el ámbito laboral. La experta citó un estudio realizado por Líder Empresarial y AB Marketing que revela cómo el 92% de los directivos confirma que la salud mental de los empleados impacta directamente en el rendimiento y los resultados de las empresas.
Además, el 36% de los empleados considera que su desempeño laboral se ve afectado por problemas de salud mental.
“El bienestar mental de los colaboradores es un factor crítico para que las organizaciones alcancen sus objetivos estratégicos”, enfatizó Bravo.
También compartió datos de un informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que destaca que la depresión y la ansiedad generan una pérdida de 12 mil millones de días laborales al año, lo que equivale a un impacto económico cercano a un billón de dólares a nivel mundial.
Además, señaló que, según el informe “Workforce State of Mind 2024” de Headspace, el 71% de los empleados reportó que el estrés laboral ha provocado el fin de una relación personal, y más de tres cuartas partes indicaron que este estrés también ha tenido efectos negativos en su salud física.
En México, señaló, los desafíos son significativos. Antes, incluso de la pandemia, el país ya lideraba los índices globales de fatiga por estrés laboral, con un 75% de los trabajadores afectados, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Esta cifra supera los niveles de países como China (73%) y Estados Unidos (59%).
“En definitiva, el estrés laboral es una problemática seria, pero también es una oportunidad para quienes estamos, en posición de generar algún campo”, concluyó.
Invertir en salud mental: una decisión estratégica

Por su parte, Ana Lucía Cepeda, Fundadora y CEO de Bolsa Rosa, compartió su perspectiva sobre los retos y soluciones para abordar el estrés laboral y fomentar la salud mental en las organizaciones.
Cepeda inició su participación recordando que México es el segundo país del mundo con mayor estrés laboral y es de los países que más horas trabajamos, pero menos productividad logramos, de acuerdo con la OCDE.
Esta situación, según la experta, está vinculada a una cultura laboral donde “el que se queda más tarde es el mejor empleado”. Aunque algunas empresas han adoptado prácticas más conscientes, esta mentalidad aún persiste en ciertos sectores y líderes. Para revertir este escenario, Cepeda subrayó la importancia de trabajar por objetivos y resultados en lugar de medir la productividad por horas presenciales.
Flexibilidad laboral como solución integral
En el contexto pospandemia, la flexibilidad laboral se posiciona como una herramienta clave para reducir el estrés laboral y mejorar la salud mental. Ana Lucía Cepeda enfatizó que las empresas deben desarrollar políticas claras que permitan horarios y espacios flexibles, brindando a los empleados mayor control sobre su tiempo.
“Retomar el tema de la flexibilidad, desde espacios, horarios, donde el colaborador tenga un mayor control, donde tenga esta experiencia de colaborador que siente este control también de tiempo, eso minimiza como esa ansiedad laboral”, destacó.
La salud mental y el costo de la inacción
El estrés laboral no solo afecta el bienestar de los empleados, sino también representa un costo significativo para las empresas. Cepeda mencionó el fenómeno de la “renuncia silenciosa”, donde los empleados trabajan al mínimo indispensable debido a la desconexión emocional con su trabajo.
Otro desafío es la alta rotación de personal, cuyo impacto financiero puede ser devastador. Cepeda explicó que reemplazar a un colaborador puede costar hasta tres veces su ingreso anual. Además, el costo emocional de esta dinámica recae en los empleados restantes, quienes enfrentan mayores cargas de trabajo y un ambiente laboral menos estable.
Cepeda cerró su intervención haciendo un llamado a las empresas para que vean la salud mental como una inversión y no como un gasto. Para la experta, implementar programas efectivos no solo mejora el bienestar de los empleados, sino que también incrementa la productividad, reduce costos por rotación y fomenta un clima laboral positivo.
Salud mental: De la concientización a la acción
Berenice Murillo Rubio, Psicoterapeuta Gestalt especializada en adultos, compartió su experiencia y recomendaciones para prevenir el síndrome de burnout y promover una cultura empresarial más saludable. En ese sentido, destacó que las señales de agotamiento emocional en los colaboradores suelen ser tanto emocionales como físicas.
“Uno de los síntomas que yo detecto, en mis pacientes, es la irritabilidad. Están muy irritados, muy enojados. Hay apatía al hacer el trabajo. No tienen ganas de hacer nada. Hay desmotivación”, señaló.
Asimismo, mencionó problemas como frustración, tensión muscular, falta de sueño y problemas gastrointestinales como manifestaciones recurrentes. En este contexto, enfatizó la importancia de que las empresas identifiquen a tiempo estos síntomas y actúen antes de que deriven en problemas más graves.
A pesar de que las empresas han avanzado en la implementación de programas de bienestar, Murillo Rubio considera que aún queda mucho por hacer.
“Desde mi experiencia, yo creo que nos falta mucho, muchísimo camino. Porque no meramente tiene que llegar a un conocimiento de salud mental, es concientizar e interiorizarlo, qué es la salud mental”, comentó.
Estrategias para un bienestar integral en los ambientes laborales
Murillo Rubio propuso diversas estrategias que las empresas pueden implementar para promover un ambiente laboral saludable sin comprometer excesivamente su presupuesto. Una de las principales recomendaciones fue la incorporación de un psicólogo interno en las organizaciones. Según ella, esta figura no solo puede canalizar a los colaboradores hacia especialistas externos, sino también implementar cuestionarios rápidos para identificar problemas como el síndrome de burnout o la ansiedad.
“Cuando somos conscientes de nuestro cuidado, tener espacios recreativos, disminuye muchísimo la ansiedad, el estrés y entre otras cosas. Es súper importante la salud mental”, concluyó.
Salud mental en el trabajo: Invertir en bienestar laboral

En su momento, Antonio Ono, Vicepresidente de Estudios y Data Science en Great Place to Work, destacó durante el webinar «Mindset 2025: Salud Integral en las Empresas», cómo el manejo del estrés y el fortalecimiento de una cultura laboral positiva impactan directamente en los resultados financieros.
Según datos recopilados por Great Place to Work en 2024, el estrés es uno de los factores más influyentes en la productividad organizacional. Comparando empresas certificadas como Great Place to Work con aquellas que no alcanzan esta certificación, los resultados arrojaron:
- Ambiente emocionalmente saludable: Las empresas certificadas obtuvieron puntajes entre 23% y 66% superiores.
- Equilibrio vida-trabajo: Sus colaboradores reportaron un equilibrio hasta 129% mayor.
- Trabajo en equipo: Estas organizaciones lograron entre 16% y 30% más disposición de los empleados para apoyarse mutuamente.
- Productividad: El esfuerzo extra por parte de los colaboradores fue de 19% a 35% superior en estas empresas.
“Mayor estrés significa menor productividad. Menor estrés, mayor productividad. ¿Qué debemos hacer para elevar esta situación o mejorarla? Nosotros recomendamos elevar el nivel de confianza en las organizaciones, afirmó.
Personalización sobre estandarización
Promover el bienestar en el lugar de trabajo requiere estrategias adaptadas a la cultura organizacional específica, subrayó Ono. Destacó que muchas empresas buscan copiar prácticas exitosas de otras organizaciones, pero esto no siempre funciona. Además, enfatizó la importancia de combinar enfoques top-down con la participación activa de los colaboradores.
“Nosotros recomendamos siempre indagar con la gente, entender las expectativas, qué esperan, qué buscan. Y con base en eso, la alta dirección puede tomar mejores decisiones y más acertadas”, aseguró.
Métricas que reflejan el impacto financiero de la salud mental
Las empresas que priorizan la salud mental y el bienestar emocional también cosechan beneficios financieros notables. Según Ono, algunas métricas clave incluyen:
- Lealtad: En las Great Place to Work, los colaboradores muestran un 11% a 21% más disposición a trabajar por largo tiempo.
- Orgullo laboral: Un 9% a 23% más de trabajadores se sienten orgullosos de pertenecer a estas empresas.
- Compromiso: Hasta un 41% más de empleados desean acudir a sus centros de trabajo.
Además, las empresas certificadas presentan una rotación voluntaria menor a la mitad de las empresas tradicionales, lo que representa un ahorro multimillonario anual. Ono enfatizó que invertir en el clima laboral y en la salud mental tiene un retorno tangible.
Finalmente, expuso que invertir en las personas es invertir en el futuro de la empresa. Las compañías que integran la salud integral como una prioridad estratégica no solo ven mejoras en el bienestar de sus colaboradores, sino que también obtienen una ventaja competitiva sostenible.