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Mezcal: La recuperación de una historia perdida en Aguascalientes

Cada vez que alguien profiere que Aguascalientes no tiene tradición o historia mezcalera, Wenceslao Bautista Rodríguez no puede evitar esbozar una sonrisa con sorna, antes de remitir a diversos documentos históricos que desdicen tal pronunciamiento. El más antiguo (hallado hasta la fecha) data de 1728 y es un contrato para la elaboración de mezcal en la Villa de Asientos.

«Nosotros pugnamos por un reconocimiento de la cultura particular de cada región. Aguascalientes tiene su propia historia en torno al mezcal y no tiene por qué ser igual que la de Oaxaca. En nuestro estado, la tradición mezcalera estuvo vinculada a la actividad minera, porque era una de las apuestas de cambio por el trabajo del obrero. El dinero negociaba la dotación de mezcal y luego, el salario», comenta el presidente del Comité Sistema Producto Maguey-Mezcal.

Otro escrito, pero de 1780, refiere la compra-venta de 300 toneles de vino mezcal para ser exportados a España, también en la Villa de Asientos. La historia está ahí, manifiesta Wenceslao. Otra cosa es que la coyuntura política de la entidad y los municipios hidrocálidos en los siglos XIX y XX, haya orillado al ostracismo la producción de la bebida espirituosa. Hasta ahora.

La Denominación de Origen (DO) otorgada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial al mezcal de Aguascalientes en agosto del 2018 sufrió un revés cuando en diciembre del año pasado, un juez federal ordenó la suspensión provisional de la adhesión del estado hidrocálido, tras un amparo promovido por el Consejo Regulador de Mezcal y productores de Oaxaca, impidiendo que el destilado aquicalidense pueda ser comercializado como mezcal y cerrando las puertas del mercado de exportación.

La reacción del Gobierno de Aguascalientes no se hizo esperar y a los pocos días presentó un recurso de revisión para revertir el dictamen. A la fecha, el embrollo legal sigue su curso. “Tenemos toda la confianza de que, a pesar de todas las chicanadas jurídicas, finalmente seguiremos siendo reconocidos como productores de mezcal”, sostiene Wenceslao.

Así que lo anterior no ha supuesto óbice alguno para que los productores hidrocálidos, apoyados por la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroempresarial del Estado (Sedrae), sigan preparándose para el momento en que la situación jurídica se destrabe a su favor.

«Nosotros, como Gobierno del Estado, estamos haciendo todo lo conducente para proteger a todos los productores y así conservar la DO del mezcal, y potenciar una actividad económica rentable para nuestros pequeños productores de zonas temporaleras», indica Manuel Alejandro González Martínez, titular de la dependencia estatal. “Hoy en día, si pudiéramos comercializar lo que podemos producir con esta capacidad instalada, estaríamos hablando de unos 74-75 millones de pesos al año”, pronuncia.

En este sentido, González Martínez expresa que la Sedrae ha apoyado a los productores a través de tres ejes. El primero de ellos está enfocado en la ampliación de la superficie establecida para la plantación de maguey-mezcal, en la que el Programa de Reconversión Productiva juega un rol importante. Entre 2018 y lo que va de 2019, se ha logrado la plantación de 583 hectáreas nuevas de este cultivo, las cuales se suman a las poco más de 4,000 que ya existían en la entidad.

«Tenemos que seguir fomentando esas plantaciones para estar preparados para la posible demanda que pudiera llegar», menciona el secretario. El objetivo es plantar 200 hectáreas nuevas cada año.

El segundo eje va dirigido al equipamiento agroindustrial. Se está impulsando el establecimiento de módulos artesanales para la producción de la bebida espirituosa en cada uno de los siete municipios a los que les fue dada la DO, así como de una mezcalería más industrial.

El tercer pilar está dirigido a la capacitación de los productores, especialmente en el tema de certificaciones y en el cumplimiento de la NOM-070-SCFI-2016 para cumplir con los estándares que exige la ley mexicana. «Hemos tenido capacitaciones permanentes, asesorías técnicas; hemos especializado a nuestros productores en el manejo agroecológico del maguey mezcalero e impulsado la elaboración de marcas y empresas constitutivas», describe Bautista.

Además, han logrado la simpatía de mezcaleros de varias partes de la república. Forman parte de la Unión de Mujeres y Hombres Productores de Mezcal y Maguey de México, lo cual beneficia la defensa de la bebida espirituosa hidrocálida desde un plano nacional.

Pero el resarcimiento del mezcal hidrocálido va más allá de su valor económico, argumenta Wenceslao. “Nos hemos encontrado historias padrísimas, conmovedoras… Viejitas de 90 años que nos cuentan cómo sus esposos se iban a hacer mezcal y regresaban días o semanas después. Estamos rescatando una tradición oral que sin este movimiento se extinguiría. Con la DO, estamos recuperando una historia perdida de Aguascalientes».

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