Me encuentro escribiendo estas líneas en estos últimos días del año; que para algunos es de reflexión y para otros más de vivir el presente entre festejos y abrazos, lo cual, ha sido la oportunidad para recibir buenas y constructivas críticas de lectores de este espacio. Me queda reiterar mi agradecimiento y recalcar que me gusta compartir temas que les genere valor.
Por lo anterior, intentaré dejar en la palestra los temas que para mí resulta crucial ante las vísperas de las campañas para la Presidencia de la República, temas que se deberán saber negociar ante la oposición, el todopoderoso poder Legislativo, los virreyes-gobernadores de los Estados, así como otros entes corporativos y/o clientelares herencia del pasado.
En los últimos 30 años, México ha seguido teniendo un crecimiento mediocre, lo que nos ha mantenido en un subdesarrollo, que incluso dejando de lado variables externas e incluso el TLCAN, este modelo de desarrollo económico de salarios paupérrimos para ofrecer mano de obra barata y por ende bajos costos de producción para productos de exportación en conjunto con industrias multinacionales, la también llamada industria maquiladora o manufacturera, no ha resultado como se esperaba.
Aunado a lo anterior, la población ha recibido un “empleo” pero a un costo social muy alto, en el cual, no existe una verdadera calidad de vida, mientras los gobiernos siguen promoviendo la inversión extranjera que al final ha cooptado poblaciones enteras, que entendiendo a la globalización, de un día para otro pudieran moverse a otro lugar con mejores condiciones, desapareciendo de la escena con consecuencias inimaginables.
En este sentido, sería bueno hacer una buena mesa de trabajo con todas las Secretarías Federales y representaciones estatales relacionadas para realmente alinear una Política Pública Económica. Es inadmisible que el país esté secuestrado por intereses personales.
Además de lo antepuesto, esta Política Económica deberá ir acompañada de una eficiente y eficaz Política Fiscal, ya que actualmente tenemos distintos programas sociales que siguen subsidiando a los que más ingresos tienen y no a quienes realmente necesitan un apoyo, se tiene que pasar de Políticas Públicas Regresivas a Políticas Públicas Progresivas en la que seamos un país menos desigual.
En los últimos 60 años, México ha despilfarrado el dinero que le dio la renta petrolera, de no haber existido petróleo en el país, pudiera ser que ya hubiésemos sido un país desarrollado ante una constante innovación por la falta de recurso natural, o bien, estaríamos casi como se encuentra todavía el sureste del país.
Es por esto que se debe seguir dando una continuidad a la Reforma Energética, no sin antes prohibir el “Fracking”, seguir reestructurando a PEMEX para que sobreviva y no precisamente de los contribuyentes; además de ello, ¿Hasta cuándo como Mexicanos seguiremos permitiendo la opacidad de los Sindicatos de PEMEX y de muchas otras paraestatales? Deben desaparecer estas instituciones parásitas.
En relación a lo anterior, la situación demográfica que está viviendo el país, será insostenible, por un lado tenemos antros, bares y lugares recreativos en las que no aplican regulación alguna del excesivo consumo de tabaco y alcohol, mientras los sistemas de salud se encuentran colapsados de tantas personas con enfermedades costosísimas pagadas por el erario. O lo que también ha ocasionado que la industria de salud privada aproveche esta debilidad del Estado para hacer un negocio redondo y abusivo de los servicios médicos a través de aseguradoras o de los mismos médicos especialistas, ejemplos de estas debilidades del Estado que aprovechan particulares para hacer negocio existen varios.
Por otra parte, se tiene también el grotesco esquema de Pensiones de la élite del Poder Judicial, PEMEX, CFE, SNTE, IMSS, entre otros. Es imperante redefinir estas condiciones, ya que será insostenible pagar privilegios.
Como bien menciona en otras palabras el académico Carlos Elizondo Mayer-Serra, se debe llegar a un Pacto Fiscal Legítimo, en el cual no existan mejores incentivos para laborar en la Economía Informal, donde las leyes fiscales abusan del contribuyente cautivo, donde los evasores fiscales tienen privilegios, así como la inescrupulosa industria de amparos fiscales.
Si se quiere tener un mejor país, se debe dejar de despilfarrar el recurso público en “inversiones” mal encausadas, en Gasto Corriente Creciente y fácilmente corruptible, se debe repensar el centralismo fiscal donde la Federación es la única responsable de recaudar mientras los Estados y/o Municipios solo se encargan de recibir más no de recaudar, lo que ocasiona que unos Estados estén subsidiando a otros.
Por tanto se debe de tener una mejor administración de los Recursos Públicos para evitar nuevos ricos cada sexenio o trienio, en el cual, nuestra Política Económica guíe nuestro rumbo industrial-económico, de la mano de una excelente Política Fiscal que le brinde las herramientas necesarias para llevar a cabo su visión, sin más impuestos, sino recaudando mejor vs el PIB, comparado con otros países de la OCDE. Para con ello invertir adecuadamente en:
Educación (Sistemas de Educación, Ciencia y Tecnología, etc.)
Seguridad y Desarrollo Social (Programas Sociales, Sistemas de Salud, Pensiones)
Desarrollo Urbano (Calidad de Vida, Gobernanza Urbana, etc.)
Lo que propiciará las condiciones para que otros rubros se vayan fortaleciendo.