La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha ido in crescendo. El toma y daca adoptado por ambos países en relación a la imposición de aranceles a productos de importación ha puesto en vilo a una parte de la comunidad internacional. Sin embargo, un informe reveló que la disputa entre las dos grandes economías del mundo podría beneficiar a algunos países. Y México está entre ellos.
De acuerdo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés), México sería la nación más favorecida por la guerra emprendida entre Donald Trump y Xi Jinping. El informe resalta que el país presidido por López Obrador incrementaría en un 5.9% el valor de sus exportaciones y estima ganancias superiores a los 26 mil millones de dólares. El estudio reseña que, según cifras oficiales, Estados Unidos y China son el primer y tercer socio comercial más importante para el país.
En segundo lugar se ubicaría Vietnam, con un incremento del 5.0%; seguido por Australia, con 4.6%. Después de México, la nación latinoamericana más beneficiada sería Brasil, con un aumento del 3.8%.
Pamela Coke-Hamilton, directora de la división de comercio internacional de UNCTAD explicó que «el efecto de los aranceles de Estados Unidos y China es principalmente distorsionante», por lo que el comercio bilateral entre ambas naciones decrecerá y será suplido por el comercio que se origine en otros países.
El informe proyectó que de los más de 330 mil MDD en exportaciones entre China y Estados Unidos, 277 mil MDD serían captados por otros países si la tensión comercial entre ambas naciones se agudiza. La Unión Europea (bloque de 28 países) sería el mayor beneficiado, incrementando hasta en 70 mil millones de dólares sus exportaciones.
El informe de las Naciones Unidas resalta que la imposición de aranceles perjudica severamente a las empresas locales en China y Estados Unidos, y que si se llega a favorecer la capacidad exportadora de otras naciones, podría desatarse una secuencia de efectos perjudiciales alrededor del mundo.
La investigación apunta a que la disputa comercial podría paralizar las cadenas de suministro mundial y agitar los precios de los productos básicos y mercados financieros. También indicó que podrían sumarse más países a la guerra arancelaria, lo que podría desencadenar una batalla de divisas.