Durante este año, el país recibió 3,000 millones de dólares de inversión extranjera directa en el sector de energías renovables, principalmente de España, Estados Unidos, Japón e Italia, informó Francisco González Díaz, director general de ProMéxico, en el marco de la quinta edición de Green Solutions en Aguascalientes.
Cabe mencionar que de 2008 a la fecha, ProMéxico ha logrado atraer del extranjero 57 proyectos multianuales de inversión verde, cuyo monto suma más de 15,400 millones de dólares y ha generado más de 22,000 empleos.
México es el tercer país más atractivo para la industria fotovoltaica, solo por debajo de China y Singapur, debido a la cantidad de sol que irradia al territorio y se encuentra dentro de los cinco principales productores de energía geotérmica a nivel mundial. También el sector eólico ha atraído una importante inversión, calculada en 8,500 millones de dólares, “la cifra se multiplicó casi cuatro veces en el país en la última década; para confirmar este hecho tenemos el enorme crecimiento del sector eólico en México”. En 2005, en el país se contaba únicamente con tres megavatios de capacidad instalada en energía eólica, para 2013 esta cifra representó más de 1,600 megavatios y las estimaciones calculan que México cerrará este año con 2,000 megavatios, un crecimiento exponencial, comentó González Díaz.
En la edición de Green Solutions 2014, los temas principales fueron las inversiones verdes para Mover a México, un foro para buscar y encontrar de manera conjunta soluciones con las que se logre una mayor eficiencia energética, optimización del uso de los recursos naturales y, sobretodo, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, rubro en el que se tiene como meta nacional disminuir 30 por ciento de las emisiones sobre la línea base en el 2020 y el 50 por ciento sobre lo que se emita para el año 2050.
El gobernador Carlos Lozano de la Torre resaltó que el cuidado del medio ambiente y las iniciativas económicas no pueden estar deslindadas; además, el sector público y privado debe formalizar compromisos concretos para la mitigación del cambio climático, “en el siglo XXI ya no es posible ni permitido elegir entre la lucha contra el cambio climático o el crecimiento de la economía, la disyuntiva es falsa y se ha diluido porque ambas cuestiones son la cara de la misma moneda que definirá nuestro futuro, si actuamos con decisión”.