El canciller mexicano Marcelo Ebrard ha anunciado que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha otorgado asilo político por razones humanitarias al ahora expresidente Evo Morales, tras su renuncia como presidente constitucional de Bolivia este pasado domingo, luego de casi 14 años en el poder.
“Hace unos momentos recibí una llamada del presidente Evo Morales, mediante la cual aceptó nuestra invitación y solicitó formalmente asilo político”, dijo Ebrard esta mañana, quien además explicó que esta decisión se da conforme a la tradición de política exterior mexicana de dar asilo a perseguidos políticos.
La abrupta renuncia de Evo Morales a su cargo, se generó tras las polémicas elecciones del 20 de octubre, en las que la oposición denunció un fraude electoral en la primera vuelta. La Organización de Estados Americanos (OEA) concluyó que se debía llamar a nuevas elecciones, y aunque Morales convocó a nuevas elecciones, el estado de caos y la insubordinación de las fuerzas policiacas y militares lo obligaron a renunciar para evitar una guerra civil denunciando un “golpe cívico, político y policial” durante su discurso televisado en vivo.
Tras la renuncia del exmandatario indígena, la violencia no cesó en las principales ciudades bolivianas, dejando varios muertos, casas incendiadas y el allanamiento de su residencia, así como la de varios exfuncionarios del gobierno. Ante el riesgo de la integridad física de Evo Morales, el gobierno de Perú abrió su espacio aéreo para que un avión de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) pudiera reabastecerse de combustible e ir en rescate de Morales.
La decisión de México marca un precedente en la política exterior de López Obrador, quien desde que asumió la presidencia no había hecho un movimiento tan demostrativo en la región. Cabe mencionar que el anuncio de la cancillería mexicana, se dio poco después de que el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump celebrase la renuncia del líder indígena al enviar un mensaje a los gobiernos de Venezuela y Nicaragua.