Aunque México logró superar la recesión inducida por la pandemia, aún quedan desafíos para garantizar que la recuperación en curso sea sostenible y ofrezca la oportunidad de beneficiar a todos, reveló el Estudio Económico de la OCDE sobre México de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El organismo indicó que una agenda integral de reformas sería esencial para impulsar la inversión y revertir el bajo crecimiento de la productividad. Además, un crecimiento más fuerte y más empleos, combinados con un mayor gasto social, ayudarían a reducir la pobreza y mejorar la cohesión social.
Para la OCDE, la inversión privada y revertir el bajo crecimiento de la productividad son prioridades fundamentales para mejorar el potencial de crecimiento a mediano plazo de México.
Por lo que enfatizó la necesidad de reformas integrales para mejorar las regulaciones comerciales, impulsar la competencia, reducir la informalidad y la corrupción e intensificar los esfuerzos para cumplir con los objetivos de emisión de gases de efecto invernadero.
El más reciente estudio muestra que la gestión innovadora de la deuda, una política monetaria sólida y un tipo de cambio flexible limitaron el impacto económico de la pandemia y aseguraron el acceso a los mercados internacionales de capital.
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Igualmente, el estudio señaló que la recuperación económica es liderada por un desempeño fuerte de los sectores manufactureros, agrícolas y servicios acelerados. En ese contexto, la OCDE proyectó que el PIB de México aumente un 2,3 % este año y un 2,6 % el próximo año.
“México tiene un gran potencial para convertirse en una economía de alto crecimiento, con altos niveles de vida para todos. Para convertir esta oportunidad en una realidad, es necesaria una agenda ambiciosa e integral de reformas”, dijo Mathias Cormann, Secretario General de la OCDE.
Para reforzar el marco de política macroeconómica, indicó la OCDE, México debe mantener su compromiso con la solidez de las finanzas públicas y la sostenibilidad de la deuda, así como satisfacer las crecientes necesidades de gasto mediante el aumento de los ingresos fiscales.
En las recomendaciones del estudio, destacan las propuestas que tienen el potencial de aumentar los ingresos tributarios en un 3.5% del PIB, incluso a través de la eliminación de exenciones ineficientes y regresivas y una reforma del impuesto a la propiedad.
Finalmente, la OCDE recomendó impulsar el gasto social en educación y en salud, así como una inversión pública sería para apoyar la recuperación en curso y mejorar las oportunidades de los mexicanos.