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México en Silicon Valley

Entrevista con Carlos Ponce, cónsul general de México en San José, California

Silicon Valley es conocido en todo el mundo por albergar a las compañías más importantes en TI y ser, por su cercanía con la Universidad de Stanford, un centro de investigación, innovación y emprendimiento tecnológico. Con el avance de la tecnología y la disolución de algunas fronteras, el talento mexicano ha logrado permear en él.

Líder Empresarial (LE): ¿Por qué en Silicon Valley se concentra 30 por ciento de la economía global?

Carlos Ponce (CP): De las 150 empresas más importantes del mundo en temas de tecnología, 99 están en Silicon Valley. Si lo ves como un motor, la región funciona con combustibles generados en todo el mundo y que tienen un efecto multiplicador, con esto puede llegar al 30 por ciento de la economía global. Es como un motor que empuja al mundo hacia nuevas tecnologías, formas de vivir y comunicarnos. Es vista como el escenario del emprendimiento en temas de tecnología e innovación, es el lugar perfecto para iniciar una idea que transforme al mundo. Silicon Valley es donde todos quieren tener a sus bebés, todos quieren gestar su producto aquí.

LE: ¿Se tiene una estimación de la participación económica de los mexicanos en el Valle del Silicio?

CP: La respuesta directa y concreta es no. Nos hemos dado a la tarea de fortalecer una estrategia, que ya existía, llamada “Red de talentos”, impulsada por la Secretaría de Relaciones Exteriores a través del Instituto de los Mexicanos en el Exterior. El propósito es identificar talentos mexicanos sin importar a lo que se dedican.

Hemos creado una idea: “The One Hundred Friends Iniciative”. Todavía no es un programa como tal; pero busca que los mexicanos talentosos en el mundo de la tecnología sean identificables para el consulado y entre ellos, con el ánimo de generar valor, presencia y dejar clara su participación en el segmento. La tarea no es fácil, pues no hay datos estadísticos.

LE: ¿Cómo perciben los mexicanos el entorno de Silicon Valley?

CP: Es una meta a alcanzar para quienes tienen en su cabeza el emprendimiento, la innovación y el desarrollo tecnológico. No debemos ser malinchistas, el Silicon Valley es un concepto, no quiere decir que todos los que vengan encontrarán respuesta a sus preguntas o no puedan hallarlas en otro lado. Guadalajara tiene gran éxito en conjuntar esfuerzos de las iniciativas de tecnología en México. Todos quieren venir; pero hay que pensar en las ventajas de vivir en tu país, estudiar y desarrollar tus productos allá.

Tenemos un programa de emprendedores mexicanos universitarios en donde los invitamos a que experimenten lo que es estar en Stanford y conectarse con el primer nivel de las empresas de tecnología. Una chica trajo una idea sobre una aplicación para medir el consumo del agua en la Ciudad de México, un gran problema. La sentamos con tres tiburones, expertos en capital de riesgo, y después de escucharla durante cinco minutos le ofrecieron medio millón de dólares por el 5 por ciento de su idea. ¿Qué habrán visto estas personas? Creo que es el ejemplo perfecto de cómo los mexicanos, y también personas de otras nacionalidades, estamos incidiendo.

LE: ¿Hay comunicación entre las regiones importantes de México en TI y Silicon Valley?

CP: Por razones de geografía, Baja California está muy interesada. Guadalajara se volvió un concentrador de iniciativas de tecnología en México desde hace algunos años. Querétaro, por sus desarrollos en ingeniería aeroespacial, tiene un contacto muy directo. Aguascalientes ha tenido acercamientos con universidades. La Ciudad de México es el punto de referencia, la mayoría de las empresas tiene oficinas allí y cruzan intereses.

El consulado de México está a la orden de todas las entidades con intenciones de conectarse con el ecosistema de Silicon Valley. No quiere decir que nos dediquemos nada más a eso. Las oficinas de México en California atienden a 25 por ciento de los mexicanos que viven en Estados Unidos. Si tenemos beneficios por estar cerca de Stanford y Silicon Valley, trabajamos para aprovecharlos.

LE: ¿Es verdad que México es un exportador de talento para Silicon Valley? Y, ¿qué pasa en este sentido con la fuga de cerebros? Antes se hablaba mucho de eso, ¿es vigente?

CP: El concepto de fuga de cerebros ya no es vigente, el límite es el mundo. En temas de tecnología ya no importa en dónde estés. Comprendo que al venir mexicanos acá o a Europa, sentimos que los perdimos. Sin embargo, estoy convencido de que el futuro en temas de programación ya no es ese. Google no está interesado en traerse a todos los ingenieros que necesita de México, India u otros lugares, quiere contratarlos y que vivan en sus países.

Hay muchos ejemplos de empresas que quieren conectarse con universidades en México porque están interesadas en contratar ingenieros. Querétaro es un buen ejemplo, las compañías de motores de Boeing trabajan con instituciones para que los ingenieros salgan con requerimientos determinados y cubran las plazas en el futuro.

El mundo es muy diferente, la movilidad y la migración son parte de la naturaleza. Suena muy utópico, pero creo que en el futuro no habrá fronteras.

LE: ¿Cuál es su opinión sobre lo que los mexicanos están haciendo en Silicon Valley, qué tanto destacamos como profesionistas?

CP: La región tiene contradicciones en cuanto al quehacer de los mexicanos, no en cuanto al por qué. Los mexicanos dejan su sudor y talento en diferentes actividades de la vida en Estados Unidos, particularmente en el Silicon Valley donde hay dos ciudades dedicadas a cultivos específicos, ajo y alcachofa. Ahí los mexicanos realmente dejan su vida en el surco. Y hay otros mexicanos que dejan su vida en el iPad, y la menciono como un elemento iconográfico en la vida de la humanidad. Los mexicanos contribuimos en la economía, no solo de las ciudades.

California es un estado donde oficialmente hay mayoría hispana y dentro de ella, entre el 85 y 88 por ciento son mexicanos, es un estado con un presidente del senado nacido en México. ¿Qué tiene que ver esto? Es la aportación del talento mexicano que empuja al estado de California, la novena economía del mundo. Sin duda incidimos en su éxito y en el del país, de manera significativa y en algunos casos imprescindible. El escenario de la película “Un día sin mexicanos” sin duda sería catastrófico en términos económicos para el desarrollo de Estados Unidos y ellos lo saben, la cuestión es equilibrio, política, aceptación y tolerancia.

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