La debilitada situación comercial entre China y Estados Unidos ha abierto paso a México para convertirse en el principal socio de la Unión Americana, gracias al decremento de 1.2% en el intercambio comercial de las dos mayores potencias del mundo entre 2015 (15.9%) y febrero de 2021 (14.7%).
Este escenario, en el que la política mercantil del ex presidente Donald Trump tuvo mucho que ver, impulsó que durante el primer bimestre de este año México superara al país asiático como principal aliado económico de Estados Unidos, con 14.9% frente a 14.7% de participación en el intercambio comercial (de acuerdo con información del Departamento de Comercio norteamericano).
Dichos indicadores son muestra de las oportunidades que tendría nuestro país con su vecino del norte para los próximos años y lo que resta del 2021, según señaló Rafael Farga, presidente del capítulo Guadalajara de la American Chamber Mexico, asociación que cuenta con mil 100 empresas que generan 2.5 millones de empleos directos y más de 6 millones indirectos.
Durante los dos primeros meses de este año el intercambio comercial entre México y Estados Unidos generó 97 mil 998 millones de dólares, según datos de la Oficina del Censo en EE.UU. Una razón por la que nuestro país se posicionó como principal aliado de E.U.A fue que la mano de obra china ha incrementado sus costos, llegando a igualar los precios de la industria mexicana, agrega Farga.
Asimismo, la cámara visualiza importantes inversiones en México, dado que previo a la pandemia varias firmas americanas hicieron soft landing en el país (principalmente en las regiones manufactureras).
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Farga destaca el interés en zonas como el Bajío, Occidente y Norte de México. En ellas notaron grandes oportunidades de negocio derivadas de la cercanía entre países, talento humano, infraestructura, educación y mano de obra competitiva:
“Tenemos que poner el foco en las fortalezas de la región, con la ventaja geográfica y los beneficios del T-MEC, podemos apoyar muchísimo a esa gran capacidad exportadora que tenemos y que de alguna forma nos permite mejores relaciones con EE.UU.”, asevera.
El T-MEC -mismo que contempla alianzas comerciales entre Estados Unidos, Canadá y México- es el detonador, asegura, que permitirá seguir manteniendo una sana relación bilateral con el país norteamericano y su actual presidente Joe Biden.
“Tenemos más o menos el mismo tipo de agenda [México y Estados Unidos], estamos hablando de la recuperación económica, de proteger las cadenas de suministro, del comercio bilateral y de la implementación del T-MEC”, agrega.
Rafael Farga subraya que la industria manufacturera es el pilar de la región Bajío del país: los sectores automotriz, aeronáutico y aeroespacial destacan como los más atractivos y competitivos para la inversión estadounidense.
Sin embargo, añade que existen aspectos a fortalecer para detonar la inyección de capital extranjera: reforzar tanto la seguridad social como la relación entre las universidades y el talento mexicano.
“Como empresarios y sociedad debemos motivar a nuestros estudiantes a que elijan carreras técnicas y de ingeniería para poder seguir ofreciendo ese talento, que en algunos lugares empieza a carecer. Es un reto importante el poder estar suministrando esa mano de obra y que no haya un éxodo, sino que se pueda forjar en el país”, concluye.