La mal repartición de capital financiero en América Latina, le ha catalogado como una de las regiones más desiguales del mundo, en donde México es el país que más sobresale en sus índices de desigualdad financiera y de bienes materiales.
Según el informe Panorama Social de América Latina, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la economía de nuestro país se duplicó entre 2004 y 2014, creciendo un promedio anual de 2.6% y alcanzando un crecimiento real de 7.9%. Sin embargo, la repartición de esta riqueza fue imponentemente desigual, ya que el 90% de los bienes materiales y el 80% del dinero que circula en el país, se concentraron en sólo el 10% de las empresas de México.
Con esto, el coeficiente Gini, que evalúa la desigualdad de un país, donde 0 es sin desigualdad y 1 es máxima desigualdad, dio una calificación de 0.93 para México. Esta cifra fue récord y superó al promedio que tienen 17 países de Latinoamérica evaluados, que es de 0.469 y es considerado alto respecto a los niveles de la mayoría de los países en el mundo, que están por debajo del .45.
Poco impulso laboral a la mujer
Uno de los aspectos más señalados sobre la desigualdad financiera en México por parte de CEPAL es que aún existe poca equidad en las condiciones laborales de mujeres, que en otros países significan la principal fuerza económica. Sin embargo, en México y Latinoamérica sólo una de cada dos mujeres tiene empleo o está interesada en buscarlo, además de que recibe sólo el 83.9% de los ingresos que percibe un hombre.
A nivel nacional, uno de los factores que podrían cambiar este último aspecto sería remunerar las labores domésticas. Según la Cepal, la mayoría de las mujeres del país destinan una tercera parte de su tiempo a estas actividades sin percibir ganancias, por lo que si recibieran ingresos por los cuidados de salud que realizan en sus respectivas casas, se repartirían 120 mil 960 millones de pesos.
