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Mexicanos ‘se vuelan’ con la fabricación de drones a la medida

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La fabricación de drones en México no es nueva; sin embargo, la demanda de estos aviones no tripulados en diversas industrias del país ha dado un nuevo impulso al negocio, el cual está siendo aprovechando por jóvenes mexicanos.

A través del movimiento ‘maker’ (hágalo usted mismo), firmas como 3D Robotics o Iron Drones empezaron a ensamblar los drones que ahora se utilizan en la agricultura, construcción, entretenimiento y seguridad.

3DRobotics nació en 2008, cuando Jordi Muñoz empezó a trabajar con la electrónica en helicópteros de juguete y el nunchuck (control) del Nintento Wii como una solución económica y funcional para estabilizar los drones.

“Se unió a la comunidad de DIYdrones (hágalo usted mismo, drones) de Chris Anderson y se asociaron para crear la empresa alrededor de un sistema de piloto automático en 2010”, comentó Guillermo Romero, director de 3DRobotics en Tijuana.

Desde entonces, la firma ha colocado en el mercado más de 30 mil aeronaves y sistemas de piloto automático de código abierto, fabricados en Tijuana, para fomentar la innovación y creatividad. 

En el largo plazo, planean abrir plantas de manufactura en Asia y fabricar drones para distintos nichos comerciales a través de asociaciones con otras grandes empresas.

Otro grupo de emprendedores mexicanos dedicados al desarrollo de este tipo de hardware son los miembros de Iron Drones. Estos fabricantes contaron con el apoyo de 500 Startups Mexico City y pronto iniciarán operaciones en Chile con una beca de 50 mil dólares otorgada por dicho gobierno latinoamericano.

“Nuestro diferenciador es el desarrollo de un software de sistema de control por internet y de aterrizaje informático con los que no se necesita que haya un humano en el lugar. Los drones pueden recargar la pila por sí mismo y continuar su trayectoria”, dijo Iván Lozano, fundador de Iron Drones.

Actualmente tienen 25 clientes en los giros de seguridad, construcción, entretenimiento y agricultura, con drones para filmación y supervisión de terrenos agrícolas a través de cámaras térmicas para revisar la temperatura de los cultivos en el norte del país.

Un drone a la medida tiene un costo de entre 2 mil 800 y 5 mil dólares, no obstante, su precio puede incrementar dependiendo de la capacidad de carga que los clientes soliciten.

REGULACIÓN, ASIGNATURA PENDIENTE

Los expertos y fabricantes señalaron que actualmente se está trabajando en el marco regulatorio para que los negocios puedan integrar drones a sus operaciones, el cual tiene como base los modelos de Inglaterra y Australia, países que ya cuentan con un sistema mucho mejor articulado.

“Hay una serie de buenas prácticas como no volar a más de 100 metros de altura, no más allá de tu línea de vista y no hacerlo sin un control en las manos para poder manipularlo en caso de emergencia”, señaló Romero de 3DRobotics.

Con respecto a implicaciones de ciberseguridad, los empresarios comentaron que a pesar de que siempre existirá la oportunidad de hacer mal uso de la tecnología, la posibilidad de ‘hackear’ uno de estos artefactos es casi nula.

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